El ministro de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, iniciará el miércoles una visita oficial a China con el objetivo de promover y proteger los intereses británicos, promover el comercio y plantear reclamos en temas como el cambio climático y el respeto por los derechos humanos, dijeron fuentes oficiales.

Se trata de la primera visita en cinco años de un funcionario británico de esta categoría a Pekín, señal de la intención de Londres por estabilizar las relaciones bilaterales que actualmente experimentan tensiones y han alcanzado su punto más bajo en décadas.

Cleverly buscará instalar en la agenda de su visita temas tan diversos como ciberseguridad, seguridad internacional, derechos humanos y cambio climático.

La visita se presenta como una ocasión crucial para el primer ministro británico, Rishi Sunak, en su intento por reconfigurar las políticas del Reino Unido hacia el gigante asiático.

Durante un discurso ofrecido en Mansion House en abril pasado, Cleverly expuso una perspectiva tridimensional de la relación del Reino Unido con China.

La primera se centra en proteger la seguridad nacional frente a cualquier amenaza proveniente de Pekín.

En segundo lugar, busca coordinar esfuerzos con aliados a nivel mundial para defender el derecho internacional.

Finalmente, aboga por un diálogo constructivo con China para garantizar relaciones estables y mutuamente beneficiosas.

Durante esta gira se espera que Cleverly sostenga encuentros con altos cargos locales, incluidos el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y el vicepresidente, Han Zheng.

Uno de los puntos a discutir será el cambio climático, ya que, como principal emisor mundial de carbono, las decisiones de China son cruciales para enfrentar esta problemática global.

No obstante, Cleverly hará hincapié también en la responsabilidad de China en el ámbito internacional, que incluirá el reclamo de acciones concretas respecto de la invasión rusa a Ucrania, las tensiones en el Mar de China Meridional y el ciberespacio.

Además, se tratarán temas de derechos humanos, particularmente en relación con Xinjiang, Tíbet y Hong Kong.

“Es esencial gestionar nuestra relación con China en diversos ámbitos. Ningún desafío global, desde el cambio climático hasta la proliferación nuclear, puede ser enfrentado sin la intervención china”, dijo Cleverly.

«El tamaño, la historia y la importancia mundial de China significan que no puede ser ignorada, pero eso conlleva una responsabilidad en la escena mundial. Esa responsabilidad significa que China cumpla sus compromisos y obligaciones internacionales», agregó.