El Ejército ruso lanzó este martes misiles hipersónicos contra las dos ciudades más grandes de Ucrania que dejaron cinco muertos y más de 90 heridos y a unas 260.000 personas sin luz en la capital, Kiev, informaron autoridades, mientras la guerra se acerca a su segundo aniversario.

Dos personas murieron en la norteña Kiev, dos a las afueras de la capital y una en la ciudad de Jarkov, en el este del país, indicaron las autoridades, mientras que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que hubo 92 heridos y denunció una «campaña de terror» de Rusia.

El Ejército ucraniano afirmó que Rusia disparó 99 misiles, incluyendo hipersónicos Kinzhal, que vuelan a una velocidad 10 veces mayor que la del sonido, contra Kiev y Jarkov, y agregó que 72 de ellos fueron derribados por las defensas antiaéreas ucranianas.

Los nuevos ataques llegan luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazara con «intensificar» la ofensiva en Ucrania en represalia por el bombardeo de una fuerza sin precedentes de la ciudad rusa de Belgorod que el sábado dejó 25 muertos y 109 heridos.

Temprano por la mañana del martes resonaron en Kiev las sirenas antiaéreas. Poco después se escucharon 10 potentes explosiones que sacudieron los edificios del centro de la ciudad, informó la agencia de noticias AFP.

Un edificio del barrio de Solomianski, cerca del centro, fue alcanzado por un misil, lo que provocó un incendio, señaló el alcalde de la capital, Vitali Klitschko.

En total «27 personas fueron hospitalizadas», añadió.

El Ministerio del Interior ucraniano denunció en Telegram «bombardeos masivos» y dijo que habían sido alcanzados «edificios residenciales, almacenes e infraestructuras críticas».

«Cerca de 260.000 personas» se quedaron sin electricidad en «varios distritos» de Kiev, indicó el Ministerio de Energía, y más de 20.000 en la provincia de Jarkov.

El operador nacional, Ukrenergo, lamentó en Telegram «daños» en sus redes.

La segunda ciudad de Ucrania, Jarkov, no lejos de la frontera rusa, fue blanco de «al menos cuatro ataques», que mataron a una mujer de 91 años, según el gobernador de la región, Oleg Sinegubov.

El alcalde de la ciudad, Igor Terekhov, también informó que «45 personas resultaron heridas, entre ellas cinco niños de entre 6 y 13 años».

En el centro de la ciudad resultaron dañados bloques de apartamentos de varias plantas e infraestructuras civiles, según las autoridades regionales.

«¡Den armas a Ucrania!», imploró en Telegram el secretario general del Consejo de Seguridad y Defensa ucraniano, Oleksii Danilov.

Kiev ha tenido dificultades en las últimas semanas para obtener más ayuda militar de sus aliados occidentales.

Casi dos años después del inicio de su invasión, el 24 de febrero de 2022, Rusia parece estar intensificando de nuevo sus ataques aéreos.

El pasado viernes, una serie de ataques con misiles lanzados por Rusia contra Ucrania provocaron la muerte de unas 40 personas. Al día siguiente 25 personas murieron en un bombardeo ucraniano contra la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera.

En respuesta, Putin prometió intensificar su ofensiva contra su vecino.

«Vamos a intensificar nuestros ataques, ningún crimen contra civiles quedará impune, eso es seguro», afirmó el presidente ruso durante una visita a un hospital militar.

«Estamos utilizando armas de precisión para atacar centros de toma de decisiones, lugares donde se reúnen soldados y mercenarios, otros centros de este tipo y, sobre todo, instalaciones militares», declaró, calificando el bombardeo ucraniano de Belgorod de «acto terrorista».

Sin embargo, Putin consideró que Ucrania «no es un enemigo» en sí misma y acusó a Occidente de utilizar a las autoridades de Kiev para «resolver sus propios problemas» con Rusia.

Frente a esta escalada, Polonia, vecina de Ucrania, anunció que hizo despegar cuatro de sus cazas F-16 en dirección al este del país para «garantizar la seguridad» de su espacio aéreo.