En el marco de la apertura del año judicial en Rosario, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, Daniel Erbetta, pidió que no se peleen votos con “el sufrimiento y el dolor de los rosarinos”, ya que eso sería una “degradación de la política”.

En diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, el juez se refirió a su discurso y observó: “He tratado de reflexionar y de hacer un llamado a los distintos niveles del Estado, la política y las instituciones intermedias, porque creo que el camino pasa por asumir este problema (el narcotráfico) como algo complejo, y pasa por tratar de sacarlo de la agenda electoral para construir un plan perdurable a largo plazo. Creo que hay voluntad política en ese sentido”.

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En relación a la intervención del Ejército en Rosario, Erbetta apuntó que “la militarización está prohibida”, y que “no se puede implementar, salvo que se deroguen las leyes”.

“Estamos viviendo momentos muy difíciles, hasta se ha escuchado desde algún sector del Poder Judicial replantear la necesidad de la discusión de la pena de muerte, lo cual es imposible. Cuando uno llega a estos niveles de discusión hay que tratar de bajar un cambio, de pisar sobre la tierra y de no confundirnos, por eso hice mucho eje en la desigualdad social, porque creo que allí está la base del problema y requiere de un abordaje puntual en materia de seguridad, un abordaje multiagencial en el territorio, con los tres estados y con sus principales actores de política criminal, que son la policía, los fiscales y las cárceles”, manifestó.

Tras asegurar que tanto “el Poder Judicial como la política atraviesan una crisis de confianza”, Erbetta advirtió: “La política es una herramienta de transformación de la realidad, yo no digo que el tema de la inseguridad no se discuta, estamos en un momento electoral, pero que se discuta con seriedad, altura y propuestas. En la medida de lo posible, que se discuta procurando consensos, lo que no puede hacerse es banalizar el sufrimiento de la gente y menos utilizarlo para réditos electorales”.

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Y agregó: “El problema de la seguridad en Rosario todavía puede resolverse. El problema de la droga es mucho más estructural, porque detrás de la droga hay un negocio internacional y cuando el mercado está atrás del delito es muy difícil resolverlo con una ley penal. En Rosario nada está perdido, porque somos un pueblo de trabajo, de gente de mucho esfuerzo y muy honesta, y frente a esta crisis extrema vamos a reaccionar”.

Finalmente, el presidente de la Corte Suprema santafesina se refirió al nombramiento de nuevos fiscales en la provincia, y pidió “revisar el decreto que establece el sistema de selección del fiscal general y los fiscales regionales”, ya que “no hay posibilidad de que la selección no se haga a través de un jurado con experiencia”.