Días atrás obispos de todo el país visitaron al papa Francisco en el Vaticano, en el marco de la histórica Ad Limina Apostolorum de los altos cargos argentinos, que se desarrolla desde la semana pasada y continuará hasta el 16 de mayo.

Luego de haber mantenido un encuentro con el Sumo Pontífice, junto a obispos bonaerenses, el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea (obispo de San Isidro), manifestó la visión episcopal respecto a la actual situación social, además de otros temas como el debate del aborto y los abusos.

“Aquellos hermanos que tienen trabajo se levantan diariamente para ganar el pan con el sudor de sus frentes y también con el sudor del corazón porque el salario no alcanza. Existe mucho temor de perder el trabajo; son muchos también los desempleados”, señaló Ojea, según el texto difundido por el Vaticano.

Otro de los que estuvo en la reunión de dos horas con Francisco fue el obispo de Gregorio Laferrere, Gabriel Barba, quien reveló al salir que el papa les pidió estar “cerca de los pobres” a la vez que una contribución para el desarrollo de “un país más federal”.

Luego de que la senadora Cristina Kirchner resaltara en su dicurso del pasado jueves en la Feria del Libro la figura de un empresario, José Ber Gelbard, el papa también prefirió reivindicar a una figura del ámbito de los negocios.

Según relataron algunos de los presentes, el ex obispo de Buenos Aires se refirió a Enrique Shaw como un “buen ejemplo de cómo la economía puede tener un rol social”.

Se supo también que hubo mención al tema de los abusos en la Iglesia. Según contó Barba, el papa les dijo que debían “dar la cara y enfrentar estos temas valientemente”, y también pidió “reconocer que la Iglesia, en estos últimos años, ha madurado en el procedimiento de cómo encarar estas cuestiones”.

Precisamente el jueves, Francisco publicó una nueva norma con reglas más rigurosas para desterrar los abusos, que implica la adecuación de cada diócesis a mecanismos para recibir denuncias y obliga a denunciar ante la Justicia ordinaria o episcopal cualquier caso de abuso, acoso o encubrimiento.

Por su parte, en una carta enviada al Sumo Pontífice, Ojea habló sobre el debate en torno al aborto que habilitó el Gobierno en 2018.

Según Ojea la “instalación del debate del aborto” le “hizo a los argentinos mucho mal”

A la vez, respecto a la manifestación de muchos jóvenes a favor de la posición abortiva, dijo que existe un “cambio cultural profundo, alimentado continuamente por los medios de comunicación y por quienes tienen el poder sobre ellos para enfrentar a la Iglesia, a la que se acusa de ser una institución patriarcal, enemiga de los derechos de la mujer, tolerante de abusos y negadora de derechos”.