La candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana Cristina Kirchner relanzó hoy su campaña con un acto en Florencio Varela, donde advirtió que luego de las elecciones de octubre, el Gobierno pasará a la ofensiva con una «segunda fase del ajuste», que incluirá un plan de «precarización del trabajo» y «de los derechos y libertades».

A su vez, reiteró su pedido a la ciudadanía y a la dirigencia para apuntalar una «oposición seria, firme y concreta» con chances de derrotar a Cambiemos en las urnas, tal como había hecho días atrás con la difusión de una carta pública donde pedía centralizar el voto opositor en la boleta que ella encabeza.

«Esa carta disparó discusiones y reflexiones de dirigentes que por ahí no están en nuestro espacio. Compañeros de sindicatos que han tenido una visión crítico pero les agradezco la reflexión frente al severo y serio momento que atraviesa la Argentina», subrayó en una clara referencia el recálculo reciente de caciques sindicales como los triunviros de la CFG Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, el jefe de Smata, Ricardo Pignanelli, o el líder de la UOM, Antonio Caló.

La novedad del acto es que la expresidenta no fue la oradora excluyente, ya que su compañero de fórmula para la Cámara alta, Jorge Taiana, la precedió en el uso de la palabra, y luego fue profusamente elogiado por la exmandataria.

Fue la primera vez que Cristina Kirchner le dio protagonismo en el debate público a uno de los grandes atractivos que tendrá la contienda electoral de octubre: si la tercera banca a senador quedará para el excanciller o para la dirigente del PRO Gladys González.

«Tiene toda una trayectoria que lo respalda. Es un hombre que piensa lo mismo que todos nosotros acerca del trabajo y la industria nacional. Todos tienen que saber que ya de muy joven sus compañeros lo llamaban ‘el Canciller’, porque siempre ha tenido ese modo de articular, de consensuar. Por ahí tenemos que aprender un poco también de Jorge», destacó la exmandataria, que reconoció haberse «peleado un poquito» con Taiana cuando éste renunció a su Gobierno en 2010 («pero después nos amigamos»).

Sobre la necesidad de reunificar esfuerzos opositores entre todos los sectores enfrentados al Gobierno, la expresidenta señaló: «Es necesario deponer diferencias porque si hasta ahora tuvimos una primera fase del ajuste se viene después de las elecciones de octubre el gran ajuste».

«Precarización laboral, de los derechos y de las libertades».

En este sentido, alertó que dicho «ajuste» tomará la forma de la «precarización» del trabajo, que su vez traería aparejado una «precarización de los derechos» y una «precarización de las libertades».

«Ahora vienen por la precarización, que es algo más que malas condiciones de trabajo. La precarización es algo mas que un mal salario. La precarización es el temor, la inseguridad permanente de que te pueden sacar el trabajo y entonces aceptás cualquier condición que te pongan», alertó, y agregó que «no hay peor estado de ánimo que la incertidumbre».

«Cada vez que se precariza el bolsillo, se comienza después a precarizar las libertades, los derechos, la garantías y las seguridades ciudadanas», agregó.

Al respecto, la jefa del kirchnerismo indicó que el macrismo ya viene mostrando señales en ese sentido, al recordar el caso de un joven que estuvo detenido un mes por haber publicado una amenaza a la seguridad del presidente Mauricio Macri a través de Twitter.

«No es democracia. Es precarización de los derechos, precarización de las libertades. Es democracia precarizada. No quiero ni trabajo precarizado ni democracia precarizada. Quiero trabajo genuino para los argentinos», remató la expresidenta, que también enlazó esta crítica al Gobierno con el caso de la desaparición de Santiago Maldonado.

Sobre esto último, dijo que Macri «es el presidente» y que por lo tanto todos esperan «su voz ante un hecho que conmueve a la sociedad».

«No quiero vivir en un país donde la gente tenga miedo a salir a la calle o donde la gente ve a al personal uniformado de seguridad como enemigos y no como servidores públicos. Quiero volver a vivir en un país donde democracia no sea solamente un ejercicio discursivo y donde trabajar no sea u privilegio sino un derecho», exclamó.

Aunque evitó especificar si estaría dispuesta a ser parte de un debate televisivo previo a las elecciones, la exjefa de Estado manifestó su voluntad de participar de un «diálogo público nacional para discutir los problemas de los argentinos».

«Sabemos que esta es una elección parlamentaria y que quien gobierna tiene que hacerlo hasta el 2019. Queremos que lo hagan mejor y que cambien el rumbo, porque la grieta que tanto preocupa a algunos es la grieta social, económica y de derechos que se está produciendo y es allí donde debemos estar», concluyó.

En otro pasaje, la expresidenta defendió a los alumnos que vienen protagonizando procesos de toma de escuelas secundarias para ejercer «su derecho a decidir qué colegio quieren» y «qué van a hacer cuando lleguen a quinto año», en el marco de la reforma educativa propuesta por el Gobierno.

«Escuché que no quieren ser condenados a la flexibilización y al trabajo barato», finalizó.

Acompañaron a Cristina Kirchner sobre el escenario los candidatos a diputados nacionales Daniel Scioli, Fernanda Vallejo, Mónica Macha, Vanesa Siley, Roberto Salvarezza, entre otros.

Además, estuvieron los intendentes Julio Pereyra (Florencio Varela), Walter Festa (Moreno), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Verónica Magario (La Matanza) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).