Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

El presidente del Foro Naval Argentino, Martín Ayerbe, dialogó con Conclusión y sostuvo que «los proyectos para reconstruir la Flota Mercante, Marítima y Fluvial Argentina en astilleros nacionales y crear la Elma del Siglo XXI duermen el sueño de los justos en el Congreso Nacional». Y afirmó: «Queda claro, por evidencia histórica, que a la flota mercante Argentina «la destruyó la anti patria y todavía seguimos esperando que van a hacer».

Las iniciativas que podrían impulsar un desarrollo nacional de la industria naval, esperan. Transporte por Agua con Reserva de Cargas (2965-Diputados-2020). Fondo de Desarrollo de la Industria Naval Nacional-Foddin (2966-Diputados-2020). Empresa de Líneas Multimodales Argentinas-ELMA XXI (4813-Diputados-2019).

 

 

Tras historiar que las primeras medidas se iniciaron con Juan Manuel de Rosas -fiel al interés nacional-  «ya que la defensa de su Pueblo es el fin último de su Ley de Aduanas», el estudioso apuntó que «el trabajo y el mercado interno argentinos, protegidos por la nacionalización de la banca (británica) y el comercio exterior (británico)», porque la medidas del Restaurador «son tradición gaucha y criolla con por lo menos 150 años en su haber. 

Ayerbe, sintetizó que con su doctrina se mostró abiertamente «contraria a la libre navegación de los ríos interiores, y recuperar el Río Paraná de las garras de las potencias extranjeras y sus multinacionales con una Flota Argentina de buques construidos en astilleros nacionales, respetuosa del ecosistema y la biodiversidad».

La “Ley del Tercio” del capitalismo (esa de la que nadie habla, pero todos aplican) cuantifica la ganancia de las corporaciones multinacionales y sus empresas subordinadas en América del Sur

En otro tramo de la entrevista, el especialista, sostuvo que la “Ley del Tercio” del capitalismo (esa de la que nadie habla, pero todos aplican) cuantifica la ganancia de las corporaciones multinacionales y sus empresas subordinadas en Nuestra América del Sur.
 
«En el mundo real del capitalismo la “Ley del Tercio” establece que en la estructura económica de las empresas un 33% es destinado al costo, el otro 33% corresponde a los impuestos y el restante 33% representa la ganancia de la empresa capitalista», y agregó que «esto que a primera vista pareciera equilibrado, esconde detrás de sí una gran injusticia. Ya que el salario de todos los trabajadores está integrado en el primer tercio que representa los costos junto a los insumos, la materia prima, la energía, etc., el segundo tercio destinado al pago de los impuestos; y el último tercio representa la ganancia que queda en manos de una o un grupo pequeño de personas.
 
Mientras los trabajadores cobramos u$10 la hora por trabajador, habitando el tercio del costo; los empresarios privados facturan 50 mil dólares “su” hora de trabajo humano
 
En el mismo sentido explicó que «así se pone al descubierto la plusvalía, que podemos determinar mediante la economía de equivalencia y cuantificarla. Porque mientras los trabajadores cobramos u$10 la hora por trabajador, habitando el tercio del costo; los empresarios privados facturan 50 mil dólares “su” hora de trabajo humano».
 
Sin embargo, aclaró que en otras latitudes la cosas son distintas, porque las multinacionales, dentro de su propio país, «aunque también sobrepongan su afán de lucro por sobre la vida humana, promueven la industria. Sin embargo, en nuestra América del Sur, a través de sus filiales ejecutan una política de importación de manufacturas con alto valor agregado».
 
Respecto de cuál es la solución a los males institucionalizados por los gobiernos neoliberales, indicó que se debe «terminar con esta injusticia» y para ello «es imprescindible recuperar el Estado Empresario».
 
«Un Estado Empresario que sustituya esas importaciones por producción nacional. Un Estado Empresario que regule y que se haga cargo de la producción garantizando el Pleno Empleo», sintetizó.
 
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