El dólar acumuló en la semana un incremento de 90 centavos, al cerrar a $44,51, en medio de un fuerte repunte de la demanda de divisas en una city porteña con un clima de cautela e incertidumbre ante la proximidad de las Paso.

El billete cerró $42,25 para la punta compradora y $44,515 para la vendedora, por lo que respecto del jueves se dio un retroceso de cinco centavos.

En Banco Nación, el dólar fue ofrecido a $44,40 y la cotización más elevada fue expuesta en los mostradores de banco Galicia a $44,80.

Por su parte, el dólar mayorista cerró a $43,35, dos centavos menos que la rueda pasada, aunque en la semana ganó 93 centavos.

En lo monetario, el BCRA convalidó este viernes una suba en la tasa de las Leliq de 35 puntos básicos respecto de ayer al finalizar a 59,587%, y en la semana avanzó 88 puntos básicos.

El total adjudicado fue de $265.881 millones y a partir de esta operatoria se generó una contracción de liquidez de $21.828 millones.

Agustín Ortíz Fragola, miembro del directorio de CFA Society Argentina, comentó que el dólar «tuvo una reacción esperable» de cara a que se aproximan elecciones presidenciales cuyo resultado aun es incierto y «puede ser binomial en cuanto al resultado y la continuidad de políticas pro mercado».

También, indicó que el mercado comenzó a operar «en modo elecciones» y se empieza a armar para afrontarlas con cautela.

«Luego de algunos días de suba, hoy pudo mantener niveles previos, de la mano de ventas de futuros por parte de grandes jugadores», finalizó.

Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, aseguró que el dólar en el mercado de cambios ‘MULC’ comenzó «sorpresivamente ofertado» y descendió al comienzo de la jornada porque fue «planchado por el BCRA con el sustento de venta de dólar a futuro».

Sin embargo, advirtió que cuando cesó la oferta «el precio comenzó a subir».

El dólar es la obsesión

La cotización de la divisa es la principal obsesión del Gobierno y a la que dedica todos los esfuerzos en la previa de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso).

Autorizado por el FMI, el Banco Central está listo para intervenir fuerte en caso de una corrida por pánico pre o post-Paso. Varios economistas se mostraron críticos del «atraso cambiario electoral» y las posibles consecuencias para el próximo gobierno.

Lo cierto es que en la cúpula gubernamental saben que el dólar marca el pulso principal en el humor financiero de la calle y los mercados (la economía real está muy deprimida y eso es lo que más palpa el común de la gente), y direccionan las energías a controlar el tipo de cambio, aunque el costo sea grande para la industria (por las elevadas tasas de interés) o en términos de un atraso cambiario que repercutirá más tarde.