Nigel Chalk, vicedirector del Fondo Monetario Internacional para el Hemisferio Occidental, afirmó que una suba de la pobreza podría generar «serios desafíos» a la posibilidad de «lograr los objetivos del programa» firmado con la Argentina.

«Somos muy conscientes, y también las autoridades (argentinas), de que un aumento en la pobreza podría imponer serios desafíos a la posibilidad de lograr los objetivos del programa» acordado con el organismo internacional, dijo Chalk.

En declaraciones al diario británico Financial Times, Chalk advirtió que si la pobreza sigue aumentando a un ritmo acelerado en el país podría necesitarse «una recalibración del gasto social para proveer más espacio para que el Gobierno actúe en proteger a los pobres».

Según el último informe del Indec, la pobreza escaló al 32%, alcanzando a 14,3 millones de personas. Este número, correspondiente al segundo semestre del año 2018, no parece tener una tendencia a la baja ante la inflación acumulada en los primeros tres meses de 2019: 11,8%.

A su vez, el diario británico indicó: «el riesgo, reconocen los funcionarios, es que si el gobierno fracasa en recortar lo suficiente el déficit por el gasto social extra, los mercados se pongan más ansiosos de que el ajuste fiscal de la Argentina no ocurre tan rápido como se cree necesario».

El gasto público social se define, apunta la Cepal, como el volumen de recursos destinados a financiar políticas relacionadas con las siguientes seis funciones: 1) Protección social, 2) Educación,  3) Salud, 4) Vivienda y servicios comunitarios,  5)  Actividades recreativas, cultura y religión, 6) ​Protección del medio ambiente.

«Eso podría forzar a la Argentina a buscar más deuda externa para cubrir el déficit fiscal de lo que esperaba originalmente», señaló la publicación.