La carne tiene una incidencia que oscila entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) sobre el promedio de la inflación relevada por el Indec. En el caso de las frutas y verduras, van de representar 3,5% (GBA) hasta 5,1% (noreste y noroeste), de acuerdo a un estudio del Centro de Economía y Política Argentina.

Durante el primer cuatrimestre de 2021, se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%), diciembre (20,2%), y enero y marzo de 2021 (6,3% y 7,3% respectivamente).

Luego de la fuerte dinámica alcista, en abril el incremento ponderado promedio de los cortes de carne vacuna anotó una sensible desaceleración, aunque en niveles elevados, alcanzando 3,5%.

 

Con el objetivo de estudiar pormenorizadamente la evolución de los distintos segmentos de cortes, se realizó una categorización en cortes “caros, intermedios y económicos”, para analizar su evolución. Se incluyó la carne aviar -el pollo-, dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto.

 

Se observa, en abril, que los cortes intermedios y caros son los que más han aumentado, 3,7% y 3,6% respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos se mantuvo levemente por debajo, en el orden de 2,8%. Junto a ello, el pollo, prácticamente no tuvo variaciones, ya que incrementó su precio apenas 0,1%.

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Cabe señalar que la canasta utilizada para el análisis del Indec incluye una mayor proporción de cortes “intermedios”, algunos de los cuales anotaron importantes subas (como la tapa de asado, picada especial y cuadrada) que, por su peso relativo en la estructura de consumo, tuvo particular incidencia en el promedio ponderado.

 

Además, el centro de estudios analizó el precio del pollo por su carácter sustitutivo a los cortes vacunos. Lo que observaron es que la brecha retornó en abril a los elevados niveles de enero de 2021. Es decir, si en marzo de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,54 kilos de pollo, en abril de 2021, la equivalencia ascendía a 3,66 kilos de pollo. El encarecimiento relativo del asado respecto al pollo fue del 26% interanual.

En la relación respecto al mes anterior, el incremento de 3,8% se debe simultáneamente al aumento del 3,4% del precio del asado y al leve incremento 0,1% en el precio del pollo, lo cual redunda en un abaratamiento relativo del segundo respecto al primero durante el mes de abril.

Analizando los cortes más caros, observaron que todos ellos se incrementaron de manera relativamente pareja y cercana al promedio del mes. Los principales aumentos se encuentran en cuadrada (4,4%) cuadril (4,2%) y lomo (4,0%) y un aumento menor al promedio en nalga (3,1%) y peceto (1,8%).

 

“En relación con los cortes vacunos de precio intermedio, se registró que los incrementos tuvieron un comportamiento dispar”, indicaron desde el CEPA. Los principales aumentos se encuentran en tapa de asado (6,4%), picada especial (4,1%) y paleta (3,9%), y un incremento menor al promedio en tapa de nalga (2,3%) y bife angosto (2,2%).

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En el caso de los cortes económicos, la evolución nominal de precios fue menor a las otras categorías analizadas. Los principales aumentos se dieron en los cortes de osobuco (4,6%), roast beef (4,4%) falda (3,2%) y tortuguita (3,1%), compensado con la reducción del precio de picada común (-1,0%).

En términos interanuales, es decir respecto a abril 2020, la variación de precios nominales de la carne (+66,1%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+45,6% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales.

A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (81,5%), matambre (76,6%) y vacío (74,9%).

Ante este escenario, el gobierno renovó hasta el 31 de diciembre, con posibilidad de actualizaciones trimestrales, el acuerdo de cortes seleccionados a precios accesibles con la cadena de producción y comercialización de la carne.

Frutas y verduras

Con el objetivo de realizar un seguimiento del mercado de frutas y verduras, el CEPA analizó los precios mayoristas de los principales productos del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA).

El ente advierte una gran volatilidad de precios vinculada a estacionalidades de los productos, en conjunto con dificultades puntuales en la producción y/o cosecha que pueden demorar la entrada en gran volumen en el mercado y, por lo tanto, restringe la oferta afectando el nivel de precios.

El caso del tomate durante 2020 es paradigmático: comenzó el año en torno a los $20 por kilo, lo cual se fue incrementando con el paso de las semanas hasta tocar un máximo de $70 por kilo durante la primera semana de junio.

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Luego volvió a valores de $20 por kilo, manteniéndose estable durante algunas semanas, para luego comenzar nuevamente un proceso de aceleración, pasando por los $60 pesos por kilo durante septiembre, para llegar a un máximo de $108 durante octubre.

En el mes de noviembre el precio mayorista del tomate redondo se desplomó llegando a fines de ese mes a un promedio de $34 por kilo en el mercado mayorista. Durante el mes de diciembre profundizó su baja llegando a los $12 por kilo en el mercado mayorista durante la última semana del año.

En concreto, durante el mes de abril de 2021, la principal variación positiva es la de la lechuga (93%). Lejos de ese porcentaje, pero con leves incrementos, se destaca la papa (6%) y la naranja (5%). Por otra parte, también resalta la caída del tomate redondo (-27%), el limón (-25%), la batata (-21%), y la cebolla y la mandarina (con caídas del 18 y 11% respectivamente).

Con el fin de apartar la dificultad de la estacionalidad a la hora de examinar la evolución nominal de precios del mercado de frutas y hortalizas, se analizó la evolución interanual de precios, comparando el período de abril 2021 con el mismo mes de 2020.

Los principales incrementos se dieron en la manzana (107%), la cebolla (106%) la lechuga (103%), la naranja (85%), el zapallo (71%) y la papa (68%). En el caso de la banana, la pera y el limón los incrementos fueron sustancialmente menores (4%, 35% y 39% respectivamente), quedando por debajo de la inflación del período (42,7%). También cabe resaltar el precio del tomate redondo que se mantiene sin modificación interanual, y destacar la baja interanual del precio promedio de la zanahoria (-55%).

El promedio de variaciones mensuales se ubicó en el orden del 1,4%, mientras que el promedio de variaciones interanuales se ubicó en 51%, aunque es necesario considerar dos cuestiones metodológicas importantes. Primero, que los precios presentados, y por lo tanto sus variaciones, corresponden a los precios mayoristas.

“Si bien es razonable asumir que dichos precios tienen una importancia central en la determinación de precios minoristas, no puede asegurarse que las variaciones de precios sean trasladadas íntegramente y de forma inmediata”, destaca el informe.