Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

Hace 48 horas, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que el programa suscripto por la Argentina con ese organismo podría requerir ser «recalibrado», para «reflejar los cambios en la economía global», y advirtió que «el gran riesgo» es la inflación, que -señaló- «también está empujada por factores exógenos».

Así lo expresó durante el discurso formal de apertura de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial, que se desarrolla en Washington y donde participa el ministro de Economía, Martín Guzmán.

El problema de la deuda pública y el acuerdo y plan de pago con el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisten extrema gravedad por su grado de condicionamiento al modelo económico local, que es propiciado por los acreedores externos y por las grandes empresas y sus dueños y administradores, que son los beneficiados de la deuda y su fuga.

Sin embargo la lectura de distintos referentes de la economía es más caústica, porque la metas que se propuso Argentina para 2022 «eran demasiado optimistas, se planteó que las exportaciones crecerían un 25  por ciento en dólares, es un objetivo ambicioso porque si bien es cierto que creció el precio de los productos no garantiza la cantidad. También se propusieron reducir en el gasto fiscal reducir el subsidio al transporte pero nos encontramos que Argentina es importadora de gas, se suma la meta inflacionaria que era del 48 a 55 por ciento anual, en el mes de febrero fue de 4,5 % y este mes estará por encima, esto hace suponer que estaremos del 70 por ciento anual de inflacion anual».

Rovelli sintetizó que “el ministro Martín Guzmán tiene un acuerdo firmado con el FMI, es decir, con el organismo que propicia la inflación. El modelo que se acuerda a 10 años propone acelerarla devaluación”.

Georgieva sostuvo el miércoles que la implementación del programa requerirá «recalibrarlo para reflejar los cambios en la economía global para la Argentina».

La gallina de los huevos de oro en Argentina es el mercado interno. Si el salario se cae se deprime el mercado

Rovelli, afirmó que con  el recalibramiento que pide el FMI,   «Argentina tendría que hacer un ajuste especial, si no logra estas metas, lograr lo que el fondo quiere , un superávit comercial importante, esto significa un mayor ajuste comercial y no podemos aumentar las exportaciones y disminuir la importaciones para que aumente el saldo comercial y significa una reducción del gasto fiscal porque lo que no se puede reducir de subsidios tendrá que salir de otra parte del gasto público».

Son los proyectos de las empresas privadas los que el gobierno presenta como propio

En relación al impacto del nuevo plan se «aumentaran los precios y con ello la pobreza, aunque los precios no tienen nada que ver con los costos argentinos».

«El gobierno no se anima a ponerles cupo de exportación, ni suben los derechos de exportación, el caso es que aumentaron 2 puntos para conformar un fondo que subsidie la harina. Fue Gustavo Idigoras, Presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y del Centro de exportadores de cereales, el que propuso la creación de un fideicomiso para aumentar la bolsa de trigo, el gobierno hace lo que las empresas le sugieren», manifestó Rovelli.

Es el FMI el que propicia la inflación en Argentina

Por otra parte, respecto de que herramientas tienen los trabajdores para defenderse del avance de los formadores de precios, «en esta situacion lo ideal es un paro general para demostrar quien produce en Argentina, y agregó «no hay poider de convocatori, ni la burocracia de la CGT ni la CTA tienen fuerza para generar una iniciativa como esta».

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