Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

El productor y expresidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, dialogó con Conclusión y señaló que es necesario instalar la discusión sobre si Argentina debe impulsar una nueva herramienta que regule el comercio de exportación, quienes deben ser los beneficiarios de un esquema productivo y distributivo de la riqueza granaría y cuál es el rol en esta coyuntura de los organismos de contralor que tiene el Estado para evitar el drenaje de riquezas de los grandes grupos que se apoderaron de las exportaciones nacionales.

Buzzi explicó cronologicamente el nacimiento de la Federacion Agraria y de la Junta Reguladora de Granos desde 1933, que a posteriori mutó con la figura del IAPI y en 1956 con el derrocamiento de Perón, se convirtió en las Juntas. Además, explicó cual fue el rol que cumplió luego de la dictadura militar hasta 1992, cuando el ministro de Economcia de Carlos Menem, Domingo Felipe Cavallo, resolvió «desregular todo, porque todas las estructuras del Estado pasan a ser negocios d e los grupos que representaban».

El productor apuntó que la principal preocupación de los grupos económicos «se da en el tema granario, porque les molestaba que exista el Estado interviniendo», y agregó «el sector privado extranjero multinacional y concentrado, fue el principal beneficiario de semejante golpe blando a la economía argentina, que significó desregular las juntas de granos y carnes».

«Había que privatizar los puertos y dejarle a cuatro multinacionales el manejo casi absoluto de una de las principales riquezas de entonces, de 30 millones de toneladas con una potencialidad muy grande  que iba a terminar siendo la soja transgénica, la expansión de la frontera agropecuaria, y por lo tanto había que hacer desaparecer  las juntas, eliminar los puertos estáteles y suplirlos por los privados. Instalar aceitera propias, y más tarde poner certificadoras de lo que va arriba de los barco, termina siendo una estrategia pensada y ejecutada para quedarse con el manejo absoluto de la riqueza argentina».

Buzzi aclaró que poco queda para el movimiento cooperativo argentino, ya que solo participa del 10 por ciento de este negocio y el resto queda en manos de cuatro empresas multinacionales en cuanto a comercio.

La Argentina pierde fortunas con este modelo, cerca de  25 mil a 30 mil millones de dolares y la mayor parte de eso es soja

«Uno de los defectos que más preocupa en los últimos tiempos, es la veracidad de los que va arriba de los barcos, que también lo manejan las cuatro empresas, porque las certificadoras son de los mismas exportadoras. El Estado y el Senasa se han debilitado y se han corrido a la hora de hacer controles, y es claro que el comercio es monopólico y extranjero».

Cooperativa de productores

En relación a la administración Macri, el productor manifestó que «los controles que venían deficitarios, y se avanzó para que casi no haya registración de que salía en los barcos, y en estos dos años de gobierno recién se empiezan a despabilar de lo que está pasando», al tiempo que refirió que «en cuanto a la metodología de comercialización, hay herramientas que hay que constituir, porque, el solo hecho de poner cupos de exportación no alcanza».

Queremos un proyecto nacional de este gobierno o de quien sea ¿O queremos seguir repitiendo los negocios de las multinacionales de la exportación?

En la misma línea, Eduardo Buzzi apuntó que » es necesario administrar el cupo, pero la pregunta esa  favor de quien, si el ministro Julian Domingues pone cupo de exportación de trigo, pero la mayor exportación se la otorga al movimiento de cooperativa aplaudo de pie, el problema es cuando es a favor de los grupos concentrados».

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