SáBADO, 07 DE DIC

La Argentina de Milei en su propio laberinto: cómo el modelo se agota en sí mismo

La crisis autoimpuesta por el Gobierno nacional generó una derrumbe brutal del consumo. No hay inversión, financiamiento externo ni mercado interno. Para el economista Esteban Guida, el modelo está "agotado".

Por Guido Brunet

Más allá de las tan sabidas dificultades de los argentinos para llegar a fin de mes y para mantener su nivel adquisitivo, el Gobierno nacional se enfrenta a múltiples desafíos, algunos, incluso, propulsados por las propias medidas económicas adoptadas, al margen del complejo entramado que es la economía argentina.

En este contexto, el economista Esteban Guida hizo foco en un ítem poco mencionado por otros analistas, como la cuestión del “frente externo”. En charla con Conclusión, el docente de la facultad de Ciencias Económicas de la UNR habló sobre la importación como “medida disciplinatoria” para intentar controlar los precios, las incongruencias entre la teoría que plantea Milei y la bibliografía económica y el futuro del cepo, que, afirmó, “no se va a levantar”. Todo esto, desemboca, en lo que para el economista es un “modelo agotado”.

“El programa económico de este gobierno se basa estrictamente en la contracción de la economía como un medio para alcanzar la reducción de los precios”, explica Guida. Pero esa caída de la demanda genera una baja de las importaciones, además, de un descenso en la propia recaudación del estado.

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El Gobierno habilitó la importación de alimentos como una medida disciplinatoria. Pero hay una caída en la demanda agregada, y por lo tanto, en las importaciones. Por eso, el frente externo es el más grave, urgente, el que marca la política económica. A pesar de que en general los gobiernos no lo dicen. Más allá de generar un parate general de la economía con un impacto productivo y social alevoso, lo que hace es generarte una caída en las importaciones y en la demanda de divisas”, enfatizó el especialista.

Esteban Guida

Para Guida, el combo es completo: “Las exportaciones han caído de valor, no tenés financiamiento y hay una baja en la inversión bruta externa. No hay ningún factor que haya mejorado este gobierno en términos externos, porque la mejor cosecha es por una diferencial con la sequía del año pasado. Pero en términos de precios y negocios es peor”.

– Lo que se planteaba como un modelo liberal por ahora es solamente un ajuste como en otros gobiernos, pero más feroz…

– Hubo desregulación de la economía, pero en el frente fiscal hubo mayor imposición. Es cualquier cosa entonces. Y lo critican los propios economistas ortodoxos porque no es ni una cosa ni la otra. No hay propuestas para que alguno de los frentes, balanza comercial, endeudamiento externo o inversión no aportan divisas.

– ¿A este ritmo es posible levantar el cepo como prometió Caputo?

– No. Escasean dólares, levantan el cepo, la tasa del plazo fijo está cada vez más baja, la gente va a comprar dólares, se cae de maduro. Por eso el cepo no se va a levantar. Al revés, tiene que haber más controles para que haya más ingresos de divisas. Es probable que el gobierno mantenga el tipo de cambio oficial con este crowling peg (pequeñas subas del tipo de cambio). Y dé otros dólares para mejorar el ingreso de divisas, lo mismo que hizo Massa. Estamos en presencia de un modelo que se va agotando.

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– Además, las importaciones de energía exigen erogación de divisas…

Es cierto que el frío te puede generar la necesidad de mayor importación de energía. Eso te genera un agujero en las divisas porque estamos en una situación de extrema vulnerabilidad. Eso es porque el modelo económico de Milei no le ha encontrado ninguna solución al problema económico. Porque postergar pagos, detener el déficit fiscal o contraer la demanda para que baje la inflación pueden ser medidas de estabilización, pero no son medidas de solución. Pasa el tiempo y no hay soluciones.

– ¿La ley Bases no le puede dar un aire?

– Es probable que el Congreso le dé la ley, pero es tan abusiva, alevosa, servil la ley que el inversor se podría preguntar si habrá condiciones mínimas políticas, macroeconómicas para que se cumplan lo que le están prometiendo. Aunque le regalemos el país, ¿van a venir a poner la plata? La caída de la inversión bruta es alevosa, está en niveles bajos históricos.

– Y con el fantasma de la pérdida de empleo…

– Con la contracción de la economía que hay, el nivel ínfimo de uso de la capacidad instalada, las empresas echan gente porque no pueden pagar los costos. Las fábricas están paradas, se están fundiendo. Hay que esperar el impacto de eso. Más allá de que internamente se esté cayendo a pedazos la economía, y eso impacta en el empleo y en los niveles de vida de la población, al gobierno no le importa.

– En la Universidad de Stanford, cuando el presidente dijo que la gente no es idiota como para morirse de hambre, estaba negando las fallas de mercado. ¿Esto es así? ¿Es posible que el mercado solucione sus propias fallas?

No encuentro referencia bibliográfica que diga que no hay fallas de mercado, que las fallas de mercado las solucione el propio mercado. Es una especie de invención de él. ¿Quiere decir, entonces, que todo el mundo está equivocado, incluyendo los países desarrollados al intervenir en las fallas de mercado? Es una posición absurda. El presidente en ese discurso dijo que la idea no se puede imponer a la realidad, pero es lo que hace él, que impone su idea, pero la realidad es otra cosa. Es un concepto darwianiano de la economía, que en el mundo de las empresas sí ocurre, ya que las grandes se comen a las chicas. A Milei no le importa que una persona enferma se muera o que una empresa cierre, para él tiene que pasar eso. Hay definiciones políticas contrarias a la cultura nuestra y a nuestros valores. Y definiciones teóricas que no existen. Creo que el mundo se está dando cuenta de eso.

 

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