Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

El Senado convirtió en ley el proyecto que regula el teletrabajo que comenzará a tener vigencia 90 días después que finalice el aislamiento social. 

La iniciativa tuvo encendidos cuestionamientos de parte del bloque Juntos por el Cambio y de algunas cámaras empresarias que dejaron entrever su temor de que la normativa promueva una ola de juicios. Sin embargo, el 80 por ciento de los trabajadores afirma estar haciendo sus labores en una computara en su casa (home office), aunque solo 11 por ciento los realizaba antes de la pandemia. 

El presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara alta, Daniel Lovera, fue el responsable de la coordinación política para llegar al recinto con dictamen favorable. En diálogo con Conclusión explicó que existió la necesidad de buscar una respuesta inmediata en el marco de la pandemia, y dar solución «amplia y no rígida» a los teletrabajadores porque la actividad «se estaba llenando de abusos y excesos».  

El pampeano, que realizó una notable labor en la Comisión por su defensa de los derechos de los trabajadores, es además secretario general del CEC (Centro de Empleados de Comercio) de General Pico e integrante de la Federación Argentina de Empleados de Comercio (Faecys), aclaró que desde 2002 a la fecha en el Congreso se presentaron 30 proyectos y que el tema fue retomado, incluso con avances significativos en el marco del trabajo institucional con la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

El legislador fue taxativo a la hora de señalar que lo nodal es «garantizar los derechos de quienes trabajan bajo esta modalidad para proteger la integridad de su empleo».

En la misma línea destacó que se trata de una «ley equilibrada», porque contempla «a los teletrabajadores que ya existían en Argentina, que son muchos y especializados y cobran salarios importantes» y describió que «en esencia la mayoría de lo trabajado tiene puntos en común».

En Argentina, la difusión de internet alcanza a 65,8 de los hogares, pero la distribución es muy desigual, ya que en las grandes urbes existe más de una conexión por hogar, no obstante, en el interior del país, no llega al 50 por ciento de las viviendas. 

Respecto del consenso necesario reflexionó que el movimiento obrero -del que forma parte- entendió que resultó un imperativo establecer la «regulación para el teletrabajo» y no para impulsar esta modalidad. 

En relación a como se concibe esta actividad en un contexto de «cambios y transformaciones» a nivel mundial que comprende al trabajo y sus protagonistas, se vuelve prioritario articular  entre el Estado, las empresas y los representantes de los trabajadores,

Los teletrabajadores necesitan un piso mínimo de derechos y salarios

Lovera discrepó con la posición empresaria que critico al proyecto endilgándole «burocratización y complejización al sistema en vigencia, porque no necesita regulación», al referir que la ley «no le pone trabas a nadie que quiera generar empleo, solo se generó un marco de respeto para quien trabaja». 

«Los teletrabajadores carecían de una reglamentación», manifestó el parlamentario, al tiempo que describió que muchos de ellos trabajan en «la única mesa que tienen en la casa, donde desayunan, almuerzan, cenan y sus hijos hacen la tarea escolar.

«Están despojados de los elementos mínimos y necesarios, por ausencia de regulación y necesitan un piso mínimo de derechos y salarios, como ocurre en el trabajo presencial. La ley indica que la empresa deberá proporcionar los elementos necesarios para que puedan trabajar en sus casas», definió Daniel Lovera.  

En otro orden, el congresista precisó que la ley aprobada establece el principio de «reversibilidad», que faculta a un empleado volver a la modalidad presencial. Y abundó que la ley contiene a las personas que antes trabajaban de forma presencial y pasaron a teletrabajar, pero cuando termine la pandemia las empresas les proponga seguir en esas condiciones.

Por estos tiempos, para el parlamentario la ley de teletrabajo es un «triunfo» en un mundo que busca «cercenar derechos», ya que en esencia, la ley protege la igualdad de trato y derechos entre quienes teletrabajen y los que lo hacen en forma presencial. 

La nota completa la podes ver y escuchar en el video.