La devaluación del 22% del peso argentino que el Gobierno Nacional implementó tras los resultados de las elecciones primarias impactó negativamente en varios sectores de la economía, entre ellos el automotriz: ante la incertidumbre de los costos de producción, muchas fábricas paralizaron su actividad, mientras se espera que en las próximas horas lleguen a las concesionarias listas de precios actualizadas.

En diálogo con Conclusión, el dueño de varias concesionarias rosarinas y representante local de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara), Jorge Pesado Castro, detalló que las fábricas de autos “tomaron con sorpresa” la devaluación que el Ministerio de Economía implementó el pasado lunes.

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“Las terminales están evaluando el impacto que tiene la devaluación en la determinación final de los costos y de los precios, entones de momento varias fábricas tienen la facturación y las ventas suspendidas”, informó Pesado Castro, al tiempo que anticipó que en estos días se irán definiendo nuevos precios en los automotores.

Sin embargo, llevó algo de tranquilidad al anunciar que la suba posiblemente sea gradual: “Las fábricas van a ser prudentes y el impacto, como muchas veces sucede, lo aplican en una, dos o tres etapas”.

Cuando se anunció un aumento en el dólar oficial, muchas terminales automotrices –como Stellantis y Volkswagen– informaron que suspendían la facturación y la producción hasta que el sector tenga una política comercial más clara a seguir. Otras marcas, en tanto, siguieron trabajando con los vehículos que ya estaban asignados, pero no tomaron nuevos pedidos.

Según trascendió apenas se anunció la devaluación, el precio de los autos 0 kilómetros podría registrar subas entre 13% y 15%, aunque no hubo confirmación oficial de esta cifra. Cabe destacar que los autos ya habían tenido un aumento a inicios de agosto, a causa del aumento impositivo del 7,5% que aplica sobre los vehículos y las piezas importadas.

Este aumento impactó de lleno en los precios del mercado interno: mientras que el 40% de las concesionarias argentinas se abastece de autos que llegan desde otros países, cerca del 60% de las piezas que usa la industria nacional para la fabricación de automóviles son importadas. Por este motivo, se espera que los vehículos nuevos cierren el mes con un alza que rondaría el 30%, con respecto a los precios registrados en julio.

Según un relevamiento de ACARA, en julio se patentaron 43.641 autos. Si bien se esperaba un número menor en agosto, ahora las estimaciones cayeron por debajo de las 35.000. Aquí se deben tener en cuenta dos factores: la suba de precios no solo provocará una merma en las ventas, sino que además las concesionarias cuidarán sus stocks ante la incertidumbre de precios.