El oficialismo emitió este martes en la Cámara de Diputados dictamen de mayoría sobre el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo con el que se busca crear un régimen simplificado para pequeños contribuyentes tecnológicos y un régimen cambiario específico, en una reunión de comisión que contó con la presencia de funcionarios del Ministerio de Economía y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Así, la Comisión de Presupuesto y Hacienda dio por finalizado el debate en torno al proyecto que busca establecer un “Régimen Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos.

El tratamiento del proyecto en el ámbito de comisiones se concretó en dos jornadas. Cabe recordar que en el primer encuentro, la iniciativa fue defendida por el subsecretario de Financiamiento y Regulación de la Economía del Conocimiento, Edgardo Rubén Kutner; la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini; y el subdirector general de Recaudación, José Bianchi.

El dictamen de mayoría sumó las 24 firmas de legisladores del Frente de Todos, por lo que el texto quedó en condiciones de ser debatido por el plenario de la cámara cuando se logre destrabar el conflicto generado entre Juntos por el cambio y el oficialismo como consecuencia de la negativa del interbloque opositor a bajar al recinto mientras siga adelante el debate del juicio político a los miembros de la Corte Suprema.

Juntos por el Cambio, con 23 integrantes en la Comisión de Presupuesto, decidió no firmar ningún dictamen por considerar que el proyecto en cuestión es “un parche”, y que, a su entender, “se debe discutir la cuestión de fondo».

El primero en hacer uso de la palabra fue el secretario de la comisión, el entrerriano Marcelo Casaretto (FdT), quien explicó que el “Mono-Tech” es un monotributo tecnológico, implica “un cambio en las condiciones impositivas y en el régimen cambiario para los exportadores de servicios tecnológicos al exterior por hasta 30.000 dólares”, y añadió que “ que permite coexistir con el actual régimen de monotributo, y que posibilitaría la exportación de servicios de este tipo”.

En el mismo sentido, subrayó que “lo que plantea es una carga de un monotributo por lo que es la exportación de servicios hasta este nivel que le da la opción al contribuyente de coexistir con el actual régimen del monotributo con lo que es el actual régimen de pago tanto en su obligación impositiva previsional y de obra social como un régimen cambiario especial”.

“Básicamente estimularía la exportación de servicios tanto de empresas tecnológicas como de personas físicas que se ocupan de este tipo de servicios como en general fuera de lo que es el concepto de economía del conocimiento, la exportación de servicios de carácter general. Eso le permitirá abrir una cuenta en dólares donde se acreditarán los dólares provenientes de esa exportación de servicios y esos dólares serán de libre disponibilidad para operar tanto en el país o extraerlo”, sostuvo Casaretto.

A su vez, estimó que generará “mayor venta de servicios del país al estimular los pequeños emprendimientos que se hacen de carácter general y esto va a permitir aportar dólares que Argentina necesita. Todas las leyes en esta materia apuntan a exportar servicios, exportar conocimientos, trabajo calificado y que ingresen divisas”.

Por su lado, la legisladora de Córdoba en Juntos por el Cambio, Laura Rodríguez Machado (PRO) expresó que “la decisión del Ejecutivo nacional es legislar sobre situaciones excepcionales sobre este problema tan fuerte generado en la Argentina; y esto puede ser bueno pero genera desequilibrios, en lugar de mirar los problemas de la brecha cambiaria. Por encima de la norma general se le da beneficios por sectores».

El monotributo tecnológico apunta a ayudar a la retención del talento capacitado y formado en Argentina en materia de software y tecnologías asociadas, aun cuando su efecto inmediato será el de formalizar ingresos en divisa extranjera por servicios exportados.