Quizás por temor a que la campaña le quite actividad al Concejo Municipal, o simplemente para establecer prioridades, la intendenta Mónica Fein dejó tres consignas sobre las que pretende que el cuerpo se exprese lo antes posible.

En primer término, pidió que se avale la caducidad del convenio urbanístico para reconvertir el cruce Alberdi, que tiene el municipio con la empresa Cargill, firmado en 2006 bajo la promesa de que la firma restaure las dos manzanas que posee a la altura de Salta y Crespo.

«Los convenios urbanísticos tienen un sentido de articulación entre lo público y lo privado, con compromisos entre ambas partes. Si se violan los plazos no hay motivos para mantenerlos vigentes. Quienes no estén dispuestos a cumplir con dichos requerimientos, sepan que no van a encontrar un municipio laxo si algo perjudica a la ciudad», expresó Fein ante los ediles.

La premisa inicial para esa zona era poder ampliar el acceso a espacio público e incluso avanzar con la construcción de viviendas.

En segundo lugar, la titular del Palacio de los Leones pidió al cuerpo legislativo que determine “indicadores urbanísticos en Puerto Norte para terminar con las especulaciones de unos pocos”, a la vez que se “limite la altura de construcción”.

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El objetivo es poder avanzar con un proyecto de viviendas para aquellas personas que hoy pueblan asentamientos en la zona y ampliar también allí el acceso al espacio público. “Parques y viviendas que le cambien la vida a esa gente”, dijo Fein.

Fue un punto espinal del discurso porque la intendenta aludió al lavado de activos, relacionado al narcotráfico y tan sensible para propios y extraños, bajo la sospecha del destino de esos fondos espurios.

Por último, la máxima autoridad de la ciudad le pidió a los ediles que avancen con la aprobación del nuevo Código de Convivencia para Rosario, que “amplíe” el Código Municipal de Faltas.

El proyecto de renovación contaría con bastante consenso en el cuerpo, ya que todos reconocen que el que hoy está vigente (data de 1981), como expresó la propia Fein, “es vetusto” y se incorporaría “una nueva mirada”.

Esa visión tiene que ver, entre otras cosas, con la incorporación de derechos del consumidor, generación de condiciones amigables con el ambiente, tenencia de animales e higiene urbana.

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A la vez, avanza hacia la digitalización de varios trámites administrativos relativos a faltas, como la notificación electrónica a los infractores (y el pago online por esas infracciones) o el descargo virtual ante los jueces.

Además, el nuevo código por el que reclama Fein detalla sanciones por discriminación, por poda de árboles no autorizada y por contravenciones en obras en construcción (particulares).