El presidente Javier Milei defendió este miércoles, en el Foro de Davos, las políticas de capitalismo de libre mercado como instrumento para “terminar con la pobreza y el hambre en el planeta”, al tiempo que convocó a los líderes occidentales a no ser “cooptados” por una “visión del mundo” que “inexorablemente conduce al socialismo”.

“El capitalismo de libre empresa es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre y la pobreza en el planeta”, afirmó Milei al exponer este mediodía en el Foro Económico Global de Davos, en Suiza, donde se reúnen los jefes de Estado y empresarios de las finanzas del mundo.

“Occidente está en peligro –apuntó Milei, al iniciar su discurso– porque aquellos que supuestamente deben defender sus valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza. Lamentablemente en las últimas décadas los principales líderes del mundo occidental han abandonado el modelo de la libertad por distintas versiones de lo que llamamos colectivismo. Los experimentos colectivistas nunca son las soluciones a los problemas que aquejan a los ciudadanos del mundo, sino que por el contrario son su causa”.

“Cuando adoptamos el modelo de la libertad allá por el año 1860, en 35 años nos convertimos en la primera potencia mundial, mientras que cuando abrazamos el colectivismo a lo largo de los últimos cien años vimos cómo nuestros ciudadanos comenzaron a empobrecerse sistemáticamente hasta caer en el puesto numero 140 del mundo. Pero antes de poder dar esta discusión sería importante que viéramos los datos que sustentan que el capitalismo de libre empresa no solo es un sistema posible para terminar con la pobreza del mundo, sino que es el único sistema moralmente deseable para lograrlo”, apuntó Milei.

Y prosiguió: “El capitalismo generó una explosión de riqueza desde el momento en que se adoptó como sistema económico. El capitalismo de libre mercado es superior en términos productivos, la doxa de izquierda lo ha atacado por sus cuestiones de moralidad, por ser, según ellos, injusto. Dicen que es malo porque es individualista y que el colectivismo es bueno porque es altruista, y en consecuencia bregan por la justicia social”.

“El problema –aclaró el presidente argentino– es que la justicia social no es justa, sino que tampoco aporta al bienestar general. Por el contrario, es una idea intrínsecamente injusta porque es violenta, porque el Estado se financia a través de impuestos que se cobran de manera coactiva”.

“Si el Estado castiga al capitalista por tener éxito, destruye sus incentivos y las consecuencias de ello es que va a producir menos y la torta será más chica. El colectivismo ata al emprendedor de las manos y le imposibilita a producir mejor a un mejor precio. ¿Cómo puede ser entonces que, desde la academia, los organismos internacionales, la política y la teoría económica se demonice a un sistema económico que no solo ha sacado de la pobreza extrema al 90% de la población mundial, sino que además es justo y moralmente superior?”, inquirió el mandatario argentino.

Y continuó: “Occidente está en peligro porque aquellos países que deberían defender los valores del libre mercado, la propiedad privada y las demás instituciones del libertarismo, algunos por errores en su marco teórico y otros por ambición de poder, le abren las puertas al socialismo, condenándonos potencialmente a la pobreza, la miseria y el estancamiento. El socialismo es un fenómeno empobrecedor que fracasó en todos los países que se implementó”.

Por último, lanzó críticas contra la agenda feminista y ambiental: “Los socialistas se vieron forzados a cambiar su agenda. Dejaron atrás la lucha de clases para reemplazarla por otros supuestos conflictos sociales igual de nocivos para la vida en comunidad, con la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer. El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. La agenda de feminismo radical devino en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico. Otro de los conflictos que el socialismo plantea es del hombre contra la naturaleza, sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda cosa, incluso llegando a bregar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto”.

Por ese motivo, invitó a “los países de Occidente a retomar el camino de la libertad”, y destacó: “No se dejen amedrentar por la casta política y los parásitos que viven del Estado”.

Milei: “El capitalismo es la única herramienta para terminar con el hambre y la pobreza” by Conclusión TV on Scribd