Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – La organización social Barrios de Pie (Libres del Sur) advirtió que sin alimentos, los efectos de la pandemia -si llegara masivamente a los barrios- será más cruel. Hay barrios del conurbano a los que no le llegan alimentos desde hace quince días, y advirtieron que la situación sanitaria es precaria, donde las enfermedades de base condicionan el bienestar y amenaza la vida de los vecinos.
La titular de esa organización social, Silvia Saravia, pidió que se aplique la Ley de Abastecimiento en forma inmediata para resolver la distribución de comida en todo el país.
Saravia explicó a Conclusión que si bien hay diálogo con el Gobierno por haber participado en el Consejo de Emergencia Nacional, «desde hace quince días, cuando se produjo el escándalo por los sobreprecios de los alimentos, no se está entregando los alimentos secos que abastecen a comedores y merenderos comunitarios de todo el país».
«Estamos en una transición pero no vemos respuestas, si vimos que se apartaron a algunos funcionarios, pero no se ve consecuencias para las empresas», y agregó «pero si sufren los coletazos -de un tema administrativo- las personas que están a cargo los responsables de comedores y merenderos, que están sobrepasadas por la falta de alimentos», manifestó la dirigente social.
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Desde Barrios de Pie señalaron que viven «una situación crítica. La pobreza y la malnutrición son problemas estructurales, que durante el gobierno anterior se profundizaron dramáticamente».
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Saravia indicó que «el gobierno tiene herramientas para revertir este estado, y si bien es una barbaridad que se paguen sobreprecios, no hay que perder de vista que interrumpir la provisión de alimentos tiene serias consecuencias».
Además, manifestó que la preocupación se agiganta cuando todo esto «se da en el marco de una pandemia de dimensiones desconocidas».
Respecto de los permanentes llamados a Desarrollo Social para alertar de que se está agravando la realidad en los barrios, Saravia señaló que «es un grave error que se hayan suspendido estas provisiones, y pasa incluso que hay provincias que desde hace más tiempo no recibían los alimentos, casi dos meses».
Preguntada sobre los requerimientos, precisó que la urgencia demanda «que se dé continuidad a la entrega de alimentos, porque las necesidades se incrementaron por causa de la pandemia, no obstante, si bien se nos dijo que se tomaron medidas, y estamos de acuerdo, pero que se aumente la asignación familiar y que el IFE se actualice, es bueno, pero el problema es que con diez mil pesos no alcanza para sostener una familia».
«Es más, esta solución que se nos ofrece, no responde al objetivo que se propuso el gobierno porque cuando los formadores de precios aumentan loa mercadería hace que el grupo familiar no pueda acceder a lo que necesita para subsistir y por lo tanto los comedores deben seguir existiendo», indicó Saravia.
Y añadió: «No es solo Barrios de Pie (Libres del Sur) que reclama, distintos dirigentes sociales y hasta curas de algunas parroquias están angustiados, porque no se ve que en la transición aparezcan alternativas».
Consultada por este medio quienes son los más afectados en los barrios del conurbano, precisó que los «que vivían de changas que ya no tienen, aunque tengan un salario social de ocho mil quinientos pesos, ya no alcanza, el Estado hace un gran esfuerzo para llegar al pueblo. Pero la realidad es que los que se están llevando esos recursos son los comercializadores de alimentos».
«Es delicado abandonar la asistencia, por ese motivo planteamos que deben tomarse decisiones que exceden al ministerio de Desarrollo Social, hay que aplicar la Ley de Abastecimiento que plantea en que frente «a una situación de desabastecimiento o escasez de bienes o servicios que satisfagan necesidades básicas o esenciales orientadas al bienestar general de la población, la autoridad de aplicación podrá disponer mediante resolución fundada su venta, producción, distribución o prestación en todo el territorio de la Nación».
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«Estamos en medio de la emergencia, no puede haber demoras, estamos muy preocupados, la situación sanitaria en los barrios también es precaria. Hacemos relevamientos de talla y peso en los niños y niñas y vemos que hay muchos casos de mal nutrición, sabemos de la consecuencia del coronavirus, y hay que tener conciencia que en un país como el nuestro donde hay casos de tuberculosis por hambre, el impacto sería desolador. El hacinamiento y las enfermedades de base impactará cruelmente sobre las personas».
