Por Fabrizio Turturici
Margarita Stolbizer es uno de los cuadros políticos más respetados por oficialistas y opositores. En época de campaña para las elecciones de medio término, el ámbito legislativo comienza a deslumbrar movimientos y desde sectores variopintos apuntan a ella, en una especie de juego en la que todos buscan deshojar la margarita.
En entrevista exclusiva con Conclusión, la diputada nacional del GEN remarcó que su futuro político no abreva al espacio donde la quieren encasillar: “Yo no estoy ni estaré dentro del massismo. Pertenezco a un partido político que, a su vez, es parte del Frente Progresista. Puedo hacer acuerdos con (Sergio) Massa, pero no estaré en otra fuerza política”, subrayó.
Al mismo tiempo, Stolbizer –cuya figura se ha ido moldeando hasta transformarse en un símbolo de la lucha contra la corrupción- apuntó contra Cristina Kirchner al decir que “el que le saca al pueblo para enriquecerse personalmente, o para favorecer a una casta de empresarios que de la noche a la mañana se hicieron multimillonarias, no es progresista”.
Por otro lado, manteniendo una lógica impensada para el binarismo político que rige en Argentina, la diputada nacional hizo hincapié en el “desastre económico” que está haciendo Mauricio Macri: “Los trabajadores y los sectores medios no están en la agenda del gobierno”, dijo.
—¿Los hechos de corrupción invalidan el modelo kirchnerista?
—Lo invalidan porque la corrupción va a contramano del ideal progresista. Porque el relato nacional y popular era usado para ocultar el saqueo que hacían de la Argentina, en perjuicio de los más pobres. Y porque el modelo del que hablan implica reconocer como merito una asignación por hijo, que ni fue universal ni fue digna. Gobernar en los años de mayor bonanza económica, con tasas extraordinarias y lluvia de dólares por los precios internacionales, y terminar con más de 10 millones de personas en condición de pobreza, millones que no tienen cloacas y toman agua contaminada. Todo eso invalida el llamado relato.
—¿Se puede hablar de una cleptocracia? Usted declaró que los Kirchner tenían una enfermedad brutal con el dinero…
—El que le saca al pueblo (en trabajo, escuelas, rutas, viviendas, transporte) para enriquecerse personalmente, o para favorecer a una casta de empresarios que de la noche a la mañana se hicieron multimillonarias, no es progresista. La codicia fue una marca registrada de estos últimos años. Varias generaciones no van a poder gastar la riqueza que acumularon. ¿Para qué? ¿Por qué hacer tanto negocio con el Estado? El contrato con Aerolíneas Argentinas es una muestra.
—¿Dentro del massismo está su futuro político?
—Yo no estoy ni estaré «dentro» del massismo. Hace muchos años que presido un partido político, el GEN, que es parte del Frente Progresista (recientemente dejó su mandato en mano de Jaime Linares). Puedo hacer acuerdos con Massa, pero no estaré dentro de otra fuerza política. Por otro lado, no me preocupan las acusaciones de que somos funcionales al kirchnerismo, porque no es así.
—Usted vocifera siempre el «desastre» tarifario y económico que está haciendo Macri.
—Por ahora, se ve que los trabajadores y los sectores medios no están en la agenda del gobierno, que claramente beneficia a los sectores más poderosos. Al mismo tiempo, intenta contener a los más pobres con planes prorrogados de las gestiones anteriores, pero la realidad es que los mismos no les van a cambiar la vida.
