La Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar) encabezó este martes una movilización que inició en el Parque Independencia y culminó frente a la Municipalidad de Rosario para rechazar nuevamente la presencia de Uber en la ciudad y cuestionar los intentos de regulación de su actividad.

«Está nuestra fuente de trabajo en juego. La verdad que es muy penoso que nos pase todo esto. Tendríamos que estar trabajando y no acá pidiendo que se nos contemple y que no se nos deje de lado para que nuestra actividad siga siendo rentable como corresponde», lamentó el presidente de Catiltar, José Tornambé, en declaraciones a Conclusión.

Los manifestantes decidieron exponer sus demandas con una movilización que inició a media mañana en el Parque Independencia y luego terminó frente al Palacio de los Leones. Allí, los titulares decidieron exponer que el funcionamiento de estas aplicaciones de movilidad en el territorio local suman una complicación más al sector, que -dicen- ya está golpeado por el desfasaje tarifario.

«Nosotros no tenemos la culpa de la inflación, hoy nuestra actividad está completamente en crisis. Es una problemática muy grande porque el aumento de costos genera todo esto: desempleo, no poder mantener los vehículos. La verdad que estamos pasando un muy mal momento y encima quieren agregar más unidades», cuestionó el referente de Catiltar en relación a los intentos de regulación de Uber.

En ese marco, Tornambé pidió que las autoridades tengan en cuenta que el servicio de taxis estuvo en funcionamiento durante la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus, aunque reconoció que actualmente la actividad nocturna registra algunas complicaciones.

«Es un servicio que no se realiza mejor de noche por una cuestión de inseguridad, porque no tenemos respuestas y por supuesto eso no es culpa del intendente (Pablo Jakvin). No encontramos soluciones a la inseguridad que hay a la noche. Nosotros tenemos ataques todas las jornadas, así como padece toda la población. Verdaderamente somos victimas de la situación», criticó.

Ante la sugerencia de que Uber gana terreno en la ciudad debido a la mala prestación del servicio de taxis, el referente de Catiltar señaló que hay alternativas mejores que habilitar una nueva modalidad de transporte en la ciudad. «Si hay cosas para mejorar, no hay problema. Estamos dispuestos a hacerlo, pero me parece que los caminos son otros», afirmó.

A su turno, Marcelo Díaz -tesorero de Catiltar- contó que el lunes de esta semana fueron convocados por el Ejecutivo municipal, que se comprometió a realizar los controles correspondientes, cobrar la mayor multa posible y darle publicidad a las sanciones.

Díaz marcó que los principales afectados por este escenario son los adjucatarios de las 500 nuevas licencias de taxis, que tratan de incorporarse a un sistema jaqueado por un exceso de oferta de autos en la calle, pero con la diferencia de que muchos de ellos ofrecen viajes de manera ilegal.

«Hoy los taxis no faltan, sobran. Es impresionante la cantidad de autos que hay porque se fueron incorporando. Han caído la cantidad de viajes, y eso es producto de la gran cantidad de remises ilegales que hay», resaltó.

Y concluyó: «Estos compañeros se van a terminar fundiendo por la gran cantidad de autos ilegales que tenemos trabajando en la ciudad de Rosario, por eso le pedimos al Municipio que insista en un control estricto para erradicar estos autos que están sacándonos las fuentes de trabajo».