El economista Miguel Kiguel advirtió hoy que no alcanza con la política monetaria y el manejo de tasas de interés para combatir la inflación, por lo que el Gobierno debería poner en marcha otras medidas como la concertación de precios.

«Lo que estoy viendo es que la inflación fue un problema más serio de lo que se esperaba (en el Gobierno de Mauricio Macri), fue muy alta», dijo el economista tras analizar que la suba de precios pasó del 2% mensual en 2015 a picos del 6% en 2016.

El Banco Central retomó el martes su política de baja de tasas de interés, al reducir 25 puntos básicos, al 30% anual, la pagada en la licitación de Lebacs a 35 días, y aseguró que en julio hubo una «significativa» caída de la inflación.

Las expectativas de inflación mensual para los próximos meses mostraron un aumento de alrededor de 0,1% y se ubicaron en 1,7% en el cuarto trimestre, por encima del objetivo de la autoridad monetaria de 1,5% o menor, según el informe del BCRA.

Kiguel dijo que él estudió sobre inflación cuando trabajaba en el Banco Mundial y, en ese sentido, afirmó que que «para frenar» este fenómeno económico «no alcanza la política monetaria sola, se
necesitan más instrumentos, hay que atacar con mucha artillería».

Consideró que el manejo de tasas de interés por parte del Banco Central «es una parte de la historia, eso hay que hacerlo, es necesario porque sino la inflación se escapa. Pero aparte hay que trabajar en las políticas de ingresos».

Según explicó el economista, el Gobierno debería apoyar la política monetaria con una concertación de precios, «lo que no quiere decir controles draconianos, muy estrictos, pero sí mecanismos de coordinación dado que los mercados no los generan solos».

«La inflación ha bajado a donde estaba antes. Va a estar entre 1,8 y 2,2 mensual, lo cual es al menos algo conocido por los argentinos. Es un primer paso para poner las cosas más o menos en un terreno conocido», opinó Kiguel en declaraciones a radio Latina.

Sostuvo también que el 2016 cerrará con una inflación cercana al 40 por ciento y vaticinó que para el 2017 el indicador podría desinflarse hasta ubicarse entre el 22 y el 24 por ciento para los doce meses.

«Creo que la baja va a ser gradual, como ocurrió en todos los países que empezaron con una inflación tan alta como la de la Argentina», dijo el economista.