Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce los destinos de la CGT, visitó la ciudad de Rosario para referirse al paro general del 6 de abril. En este sentido, señaló que “en tanto no aparezcan alternativas ni soluciones, crecerá la conflictividad social”. La conferencia de prensa se llevó a cabo en la UOM Rosario.

A renglón seguido, Antonio Donello, secretario general de la UOM Rosario, añadió que “no habrá movilización ni acto oficial, pero tendrá un alto grado de acatamiento por muchos motivos: la caída del poder adquisitivo y el incumplimiento de las promesas. Vienen por los derechos de los trabajadores y el pueblo argentino se da cuenta”.

“Esto lo vimos durante los noventa y el movimiento obrero no dejará que se repita esa película. Nosotros no queremos voltear a este Gobierno, todo lo contrario: organizamos a la gente para que no salga sola a la calle, porque eso sería incontrolable”, siguió Donello.

La marcha del sábado pasado en apoyo al Gobierno, según el dirigente rosarino, “fue positiva, lo negativo fue la frase del presidente sobre los micros y los choripanes”, terminó, antes de cederle la palabra a Schmid.

“El paro tendrá una alta adhesión en todo el país, no sólo en las grandes ciudades, porque se vive un malestar general entre la sociedad argentina”, comenzó el referente de la CGT, quien luego habló de la marcha del 1° de abril.

“Es importante que la gente se exprese, lo que resulta peligroso son las referencias poco felices del presidente Macri, porque nosotros como movimiento sindical ponemos toda nuestra estructura al servicio de esa protesta y me siento orgulloso de eso”, dijo.

A continuación, respondió la pregunta de Conclusión sobre la demora del paro tras decir que “es el momento justo para hacer un paro general. El Gobierno todavía no le encuentra el agujero al mate, porque los famosos brotes verdes no llegan y mientras tanto, están sentados en el lomo del pueblo trabajador”.

“Macri estuvo involucrado en varios escándalos que no quedaron claros. La presencia del narcotráfico, los negociados de corrupción del último tiempo y la penetración de los intereses económicos en el ejercicio de la políticas”, consideró.

Sobre “la paciencia” de la CGT con el Gobierno, Schmid aclaró que “es un secreto a gritos que el consenso de esta medida de fuerza no la teníamos el año anterior. En la medida que no aparezcan soluciones, va a seguir aumentando la conflictividad”.