El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, aseguró que las zonas residenciales de la ciudad “fueron liberadas por completo”, como así también las ciudades de Liman, Sviatogorsk y otras 15 localidades.
Una serie de declaraciones y acontecimientos describen este lunes la situación en la que se encuentran los protagonistas del enfrentamiento como así también las derivaciones internas y externas de los hechos que están en pleno desarrollo.
El Ministerio de Defensa de Rusia indicó en su informe diario del conflicto con Ucrania que “en las últimas 24 horas, 771 combatientes del regimiento nacionalista de Azov se rindieron”. Ucrania manifestó que buscará un intercambio de prisioneros.
Al menos 265 soldados ucranianos se rindieron y salieron de la gigantesca planta industrial, que tiene túneles subterráneos de varios kilómetros de longitud y quedaron a cargo de autoridades rusas.
Autoridades de Ucrania aseguran que su ejército continúa con la contraofensiva en la región de Jarkov. Zelenski dijo al respecto que “los ocupantes no quieren admitir que están en un punto muerto”.
Según la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, en la planta industrial hay más de mil militares y entre ellos se cuentan “centenares de heridos”. Autoridades ucranianas hallaron 44 cadáveres entre los escombros de un edificio destruido en la localidad de Izium.
El presidente de Rusia se la ofreció al primer ministro israelí, Naftali Bennett quien las aceptó y según un comunicado de su Gobierno, “le agradeció haber aclarado su postra sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”.
Kiev anunció este mes el comienzo de una ofensiva para "liberar" el Donbass, una región integrada por las provincias rusoparlantes de Donetsk y Lugansk, luego de retirar a finales de marzo las tropas que tenía desplegadas en torno a Kiev, la capital de Ucrania.
Las fuerzas rusas y sus aliados separatistas prorrusos de Ucrania se comprometen a "cesar de manera unilateral las hostilidades a las 14 hora de Moscú (las 8 de la Argentina)", declaró el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
Una autoridad militar rusa expuso que el objetivo a lograr busca “permitir asegurar un corredor terrestre hacia Crimea y una influencia en las infraestructuras claves de la economía ucraniana. El presidente de ese país dijo que Rusia hace todo para hablar “de alguna victoria”.
La orden de Kiev es seguir asediando a los últimos combatientes atrincherados y rodearlos como para que “no pase ni una mosca”. El objetivo es no llevar adelante un asalto para así evitar un alto costo en vidas.
La toma de la ciudad enclavada en las costas del mar de Azov es crucial para la avanzada de Moscú sobre la región del Donbass, que es el corazón industrial ucraniano. Un comandante ucraniano dijo que viven “los últimos días, sino horas”, en la fábrica donde está resguardado.