Según el Servicio Meteorológico, se abrió una fisura de tres kilómetros de largo entre las montañas Stóra-Skógfell y Hagafell. Esto fue precedido por una serie de unos 80 terremotos más pequeños.
En ese sentido, enumeraron anegamientos e inundaciones en calles y viviendas, voladuras de techos, caída de postes, muros, árboles, carteles, entre otros, que demandarán trabajos de reconstrucción y asistencia durante "las próximas 48 horas", dijo el subsecretario de Riesgos y Catástrofes municipal, José Ruiz.
El ciclón tropical Jasper de categoría 2 avanzó frente al mar de Coral y tocó tierra hacia las 17, anunciaron meteorólogos del gobierno.
El volcán de 2.891 metros (9.485 pies) de altura arrojó cenizas de hasta tres kilómetros de altura el domingo.
El huracán Ian avanzaba hoy sobre los estados norteamericanos de Carolina del Norte y del Sur, donde según los meteorólogos puede causar graves marejadas ciclónicas, tras devastar a su paso parte de Florida y dejar un número aún desconocido de víctimas mortales.
El intenso sismo fue breve, pero se percibió en toda la provincia y no se habían registrado daños mayores en los mencionados lugares y sus alrededores.
Las autoridades explicaron que este es el registro de terremoto más fuerte de las últimas décadas en Albania. Se han desplegado equipos de respuesta a emergencias por toda la ciudad para ayudar a los ciudadanos.
También hay alerta meteorológica en las islas Baleares, varios aeropuertos están cerrados, los servicios de trenes interrumpidos y cientos de personas fueron auxiliadas por los servicios de emergencia y rescate, a los que en las últimas horas se unió el Ejército, con helicópteros y grúas.
Un balance oficial al cierre de este lunes cifró en cuatro los muertos y en 195 los heridos, algunos de ellos en estado grave, por lo que podría aumentar el número de fallecidos.
Una decena de personas fueron trasladadas en ambulancia a los hospitales, con heridas leves tras la caída de escombros. Otras 18 personas fueron por su propia cuenta al hospital debido a rasguños o ataques de ansiedad.
Seguido de múltiples réplicas, sacudió este miércoles las costas del archipiélago francés de Nueva Caledonia, en el océano Pacífico, provocando una alerta de tsunami, que luego fue levantada, y evacuaciones en una parte del litoral.
A seis meses de la devastadora erupción que arrasó aldeas y dejó al menos 194 muertos y cientos de desaparecidos, sigue la preocupación para unas 50 comunidades.