El referente del sector recordó que, ante el pedido institucional, llegaron a un acuerdo con el equipo de trabajo del Ministerio de Transporte de la Nación que conduce Diego Giuliano y formalizaron mediante un convenio la posibilidad de que los kioscos puedan tener un porcentaje de ganancia con la recarga.
Los kioscos rosarinos recibirán posnets nuevos, accederán al plástico a su valor oficial y obtendrán un porcentaje de ganancia por el servicio de carga de la SUBE. A cambio, se comprometieron a no cobrar plus y a vender la tarjeta a $490.
El último incremento había sido la primera semana de septiembre e incluyó alzas de 17% en la totalidad de estos productos.
Los pequeños negocios registraron incrementos en la totalidad de los productos que comercializan y adelantaron que deberán trasladarlos a los clientes.
Según señalaron en una nota dirigida a las autoridades locales, las cadenas de kioscos incumplen normativas provinciales y municipales.
En el sector también plantearon reclamos en torno a faltantes de mercaderías y la necesidad de regular la actividad de las cadenas de kioscos. Por otro lado, confirmaron la continuidad del programa Billetera Santa Fe.
La problemática derivada de la expansión de grandes cadenas de kioscos, el impacto de Billetera Santa Fe y la importancia del Observatorio de Precios fueron los principales ejes del encuentro.
Kiosqueros y almaceneros de Rosario advirtieron que en las últimas semanas se produjeron aumentos en lácteos, harinas y cervezas y denunciaron que estas subas no pueden ser absorbidas por los comercios, por lo que deben trasladarse al bolsillo de los ciudadanos. El gobierno ensaya reacciones a la deriva de los acontecimientos económicos.
Desde la entidad presentaron un proyecto de ordenanza que fue recibida por la concejala Marina Magnani, donde se planteó la necesaria regulación de las cadenas de kioscos, fundamentalmente en la zona céntrica. Denuncian competencia desleal y el posible cierre de los negocios familiares.
La medida en discusión apunta a eliminar la publicidad directa e indirecta de productos vinculados al tabaco.
La iniciativa busca poner reglas que limiten la expansión de estas cadenas y su consecuente acaparamiento del mercado, una situación que pone en peligro el abastecimiento de los pequeños comercios.
Los locales más golpeados son los ubicados en el centro de la ciudad y los que se encuentran en cercanías de establecimientos educativos, donde las ventas cayeron más del 80% cuando no hubo clases presenciales.