La serie de incendios comenzó este miércoles a primera hora y provocó evacuaciones, cortes del suministro eléctrico a miles de personas. Los fuertes vientos, el pasto seco y las temperaturas inusualmente cálidas alimentaron las llamas.
Desde que el 11 de marzo de 2011 un tsunami arrasara en la costa noreste de Japón, la planta nuclear almacenó más de 1,3 millones de toneladas de agua contaminada con material nuclear.
"La línea de 750 kilovoltios restaurada suministra ahora a la mayor central nuclear de Europa la electricidad que necesita para la refrigeración del reactor y otras funciones esenciales de seguridad", informó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a través de un comunicado.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de haber bombardeado la ciudad donde se encuentra la planta nuclear, que es la más grande de Europa. Estará presente su director que es el argentino Rafael Grossi.
El administrador designado por el Kremlin en esa región, Vladimir Rogov, dijo que el secretario general de la organización global “entiende perfectamente que la retirada” de sus equipos “deja indefenso un lugar que será dañado inmediatamente por los ataques ucranianos”.
Desde ambos bandos denuncian agresiones en su contra. El Gobierno de Putin afirmó que un área civil fue bombardeada, con una veintena de víctimas fatales.
Se trata de una obra en la Central Argentina de Elementos Modulados. Los trabajadores fueron cesados tras el anuncio de la empresa Tecna de que no podrán seguir con los trabajos por falta de un acuerdo con la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea).
La central nipona alcanzó los niveles de radiación más altos de su historia desde el accidente de 2011. Científicos que trabajan en el lugar dieron cuenta que uno de los reactores está a punto de caer al mar.
Así lo advirtió la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), luego de dar a conocer que trabajadores de la central nuclear no cobraron sus salarios de enero y podrían ser despedidos en las próximas horas.