Trabajadores estatales nucleados en ATE Rosario encabezaron este miércoles una concentración frente a las oficinas de Anses de Sarmiento y Rioja para reclamar un incremento salarial que permita alcanzar el costo de la canasta básica familiar.

«Una familia tipo con dos hijos necesitó 278 mil pesos en febrero para acceder a la canasta básica. No podemos permitir que haya trabajadores estatales por debajo de la línea de la pobreza», resaltó el secretario adjunto de ATE, Fernando Peyrano, en declaraciones a Conclusión.

La manifestación incluyó entre sus reclamos el pedido de adelantamiento de la paritaria, un aumento de emergencia para el conjunto de los trabajadores, incremento de las asignaciones familiares y la exigencia del pase a planta de aquellos que trabajan en condiciones de contratación precarias.

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«Hace dos años el Gobierno anunció la regularización del empleo de más de 30 mil compañeros a través de pases a planta. Hasta el momento solo lleva 11.500. Luchamos mucho en el macrismo para que no destruyan el Estado y no siga habiendo despidos, pero a nivel nacional el Ejecutivo optó por arreglar con el Fondo Monetario Internacional; con Sergio Massa y con el embajador (norteamericano, Marc) Stanley medidas que licuan nuestro salario», denunció Peyrano

La protesta se llevó adelante en el marco de una jornada nacional de lucha de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que anticipa futuras medidas de fuerza para visibilizar los reclamos de los estatales.

La manifestación además coincidió con una serie de cortes de calle que realizó durante la mañana de este miércoles la Corriente Clasista y Combativa (CCC) en diversos puntos de Rosario. Ambas organizaciones confluyeron posteriormente en un acto unitario en la puerta de la Anses.

Por su parte, la secretaria general de ATE Rosario, Lorena Almirón, contó ante este medio que una de las medidas puntuales que reclaman para atender la crisis que atraviesa el poder adquisitivo de los salarios tiene que ver con la implementación de un bono de emergencia de 60 mil pesos para todos los trabajadores, independientemente de su contratación.

«También reclamamos un salario universal para terminar con el hambre en nuestro país. Hoy hay un 40% de pobreza y más de 100% interanual de inflación. En lo que respecta al ámbito provincial, hemos percibido un aumento de 22% y hoy la inflación de los tres primeros meses del año empata casi con ese porcentaje», indicó la gremialista.

Y agregó: «Hay que adoptar otras medidas y mantener abierta la paritaria, no esperar hasta julio, porque nos queda muy lejos. Necesitamos una revisión continua y ver otras posibilidades, porque los porcentajes de aumento no sirven. Terminamos siempre empatando o perdiendo con la inflación».