El secretario general de la ONU, António Guterres, le pidió este viernes al Kremlin que no corte la central nuclear de Zaporiyia de la red eléctrica ucraniana, en momentos en que Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de bombardeos en la planta ocupada por fuerzas rusas.

«Por supuesto, la electricidad de Zaporiyia es electricidad ucraniana (…) este principio debe respetarse plenamente», declaró Guterres durante una visita al puerto de Odesa, uno de los habilitados para exportar los granos bloqueados por la guerra.

El operador de las centrales ucranianas Energoatom dijo este viernes que temía que Moscú, que ocupa la central desde marzo, desconectara la planta de la red.

«Hay informaciones de que los ocupantes rusos prevén detener el funcionamiento de los reactores y cortar las líneas de suministro del sistema de energía ucraniano», indicó Energoatom en Telegram.

Según el operador ucraniano, los militares rusos estarían buscando suministro para unos generadores a base de diésel que, supuestamente, empezarán a funcionar después de que se hayan apagado los reactores, y también habrían limitado el acceso del personal al sitio, consignó la agencia de noticias AFP.

Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente en las últimas semanas de haber bombardeado la central nuclear, la mayor de Europa.

Este jueves, Guterres consideró que «cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio» y pidió que se desmilitarice el territorio de la central.

Esas declaraciones las hizo en Lviv, ciudad del oeste de Ucrania en la que inició su visita en el país y en la que mantuvo una reunión trilateral con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, y con el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.