El Gobierno de Irán anunció hoy que desde mañana reducirá por tercera vez sus compromisos con el pacto nuclear de 2015 y levantará las restricciones sobre investigación y desarrollo nuclear, tras fracasar las negociaciones mantenidas en los últimos dos meses con los países aún signatarios del acuerdo nuclear de 2015.

«Se ordenará a la Organización de la Energía Atómica de Irán comenzar inmediatamente con la investigación y desarrollo de cuantas necesidades técnicas tenga el país, y dejar a un lado todos los compromisos en materia de I+D estipulados en el pacto nuclear», anunció el presidente de Irán, Hasan Rohani.

El anuncio concreta el tercer paso de la República Islámica en la reducción de sus compromisos nucleares comprendidos en el histórico pacto multilateral que se encuentra en la cuerda floja desde que Estados Unidos decidió abandonarlo el año pasado y volver a imponer sanciones al país persa.

«Una parte importante de las negociaciones con el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) se centró en la investigación y desarrollo (I+D). Todos nuestros compromisos de investigación y desarrollo bajo el JCPOA (por sus siglas en inglés) se eliminarán por completo a partir del viernes» dijo Rohani citado por la agencia EFE.

Rohani reconoció que se trata de «un gran paso», pero señaló que se llevarán a cabo estas medidas «dentro de un marco pacífico» y bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La respuesta de Israel, pocas horas después, provino del primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien pidió más presión hacia Teherán, poco antes de partir a Londres a un encuentro con su homólogo británico, Boris Johnson, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper.

«Esta mañana hemos sabido de otra violación, otro desafío de Irán, esta vez en la búsqueda de armas nucleares», apuntó Netanyahu quien también encabeza la cartera de Defensa.

El anuncio iraní «se une a las agresivas acciones de Irán contra la navegación internacional, contra los países de la región, y también a sus intentos de llevar a cabo ataques contra Israel», señaló tras rechazar posibles negociaciones -que Irán reclama con la parte europea tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear- y apostar por aumentar la presión sobre el país persa.

Según el último informe del OIEA, Irán ha aumentando su grado de incumplimiento del acuerdo nuclear, aunque sigue aceptando y facilitando controles de la ONU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó ayer la posibilidad de reunirse con Rohani durante la Asamblea General de la ONU a fines de este mes en Nueva York.

Fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien abrió la puerta a una posible reunión entre Washington y Teherán, durante la reciente cumbre del G7 en Biarritz, Francia, aunque Rohani descartó esta opción y aseguró que «nunca» habrá conversaciones bilaterales con Estados Unidos.

Los primeros pasos dados por las autoridades iraníes empezaron en julio con la decisión de enriquecer uranio al 4,5%, por encima del 3,67% permitido en el JCPOA, y superaron en unos 60 kilos el límite de almacenamiento de este material, estipulado en 300.

La decisión de reducir sus compromisos nucleares, coincidió con la fecha en la que se cumplió un año de la retirada del acuerdo de Estados Unidos, y fue precipitada por la incapacidad del resto de los países firmantes para contrarrestarla la decisión de Washington y su política de sanciones económicas contra Teherán.

Al respecto, Rohani insistió en que van a dar un nuevo plazo de 60 días a la Unión Europea (UE) para seguir negociando después de que durante los últimos dos meses no se alcanzara «el resultado deseado».

«Siempre que vuelvan a sus compromisos, haremos lo mismo», adelantó Rohani, quien ha señalado en varias ocasiones que la reducción de compromisos de Irán es reversible.

Las autoridades persas exigen principalmente a Europa que facilite sus exportaciones petroleras, hoy sujetas a sanciones de Estados Unidos, o que le otorgue una línea de crédito en compensación, pero la oferta de París de 15.000 millones de dólares ha sido rechazada por Washington.