David Lipton, subdirector gerente del Fondo Monetario, declaró su conformidad con el plan económico del gobierno de Macri. El representante del organismo aclaró que «la relación del FMI con la Argentina está normalizada; entendemos la herencia y fue exitosa la manera de evitar el desastre». Al tiempo que señaló que “sus políticas comienzan a dar las «primeras señales de éxito».
También sostuvo que hasta que no baje la inflación «no habrá un crecimiento sólido», aunque ponderó las políticas elegidas por el Banco Central y el equipo económico para contener la escalada de precios y corregir los «desequilibrios macroeconómicos».
«El país no vivió una hiperinflación, así que no se necesita que la inflación baje fuertemente de un día para el otro. El país está en el camino adecuado y la estrategia general es la correcta», opinó Lipton.
En esa línea, evaluó que «la deuda se mantendrá en un nivel sostenible» pese al pago a los holdouts y las emisiones que ordenó el Gobierno en el último año y medio para hacer frente a esos compromisos y financiar el déficit fiscal.
Luego, a través de un comunicado, Lipton señaló que «en Argentina, las autoridades se han embarcado en una muy necesaria y bienvenida serie de reformas para eliminar las distorsiones generalizadas y los desequilibrios en la economía».
«Mientras estas reformas pueden ser exigentes, y tomen algún tiempo para dar frutos, los esfuerzos realizados sentarían las bases para un crecimiento más alto, sostenible e inclusivo. Se ven los primeros signos de éxito en las políticas. Esperamos que la economía rebote este año y el próximo y que la inflación siga bajando», agregó el funcionario del FMI.
El Fondo prevé que la economía argentina crezca el 2,2% este año y que Brasil salga de la recesión. En una mirada más amplia, Lipton señaló que la región «se enfrenta a un momento de desafíos caracterizados por una menor demanda externa, el final del súper ciclo de las materias primas y una creciente incertidumbre sobre las políticas de los países desarrollados».
En perspectiva, sostuvo que «para mantener la estabilidad macroeconómica, la región debería redoblar esfuerzos para mejorar la competitividad y el crecimiento y asegurarse que los beneficios.
