Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

La reforma previsional fue aprobada esta noche luego de 8 horas de debate en el Senado, aunque fue cuestionada y resistida este miércoles por miles de personas movilizadas y rechazada por un sector de la oposición. De convertirse en ley a su paso por Diputados, modificará el haber y los dependientes del sector privado podrán jubilarse en forma optativa a los 70 años.

De ahora en más, las jubilaciones se calcularán en un 70% en base al índice inflacionario, y un 30% según el nivel de variación salarial (Ripte).

En rojo quienes rechazaron la reforma, el color verde refleja las voluntades a favor y el amarillo los que se abstuvieron.

Antes de llegar a esta fórmula, el texto remitido por el Ejecutivo, refería que sería sólo el factor de la suba de precios y un plus por PBI, que el peronismo consideró insuficiente.

El proyecto fue debatido junto a los proyectos de Responsabilidad fiscal y el Pacto Fiscal, que resultaron aprobados en el recinto de la Cámara alta.

Miguel Angel Pichetto -presidente del bloque mayoritario- prestó el número necesario de voluntades para que Cambiemos avance en la modificación del cálculo jubilatorio, que la administración del presidente Macri aplicó después de los cambios pactados con los gobernadores sobre distintos impuestos.

El debate comenzó alrededor de las 16 tras una agreste discusión sobre la posibilidad de que los acuerdos entre las provincias y el Ejecutivo Nacional sean girados también a la Comisión de Coparticipación Federal de Impuestos.

Pichetto, sostuvo que: «Se hizo un acuerdo en Labor Parlamentaria. Los proyectos tienen seis días. Acá se han tratado temas con menos de siete días». Y seguidamente arremetió sobre el acuerdo con los gobernadores que fue enviado en tres proyectos en lugar de hacerlo en uno solo.

«El Gobierno, como siempre, comete tonterías. Los acuerdos debieron haber venido en un solo proyecto. Tienen problemas en el funcionamiento neurológico. Hacen todo mal», se molestó el rionegrino.

Por su lado la presidenta de la bancada del PRO, Laura Rodríguez Machado señaló que la fórmula propuesta “va a permitir la protección de una movilidad adecuada en relación a los sueldos de los trabajadores en actividad, y también en relación a lo que se puede perder en poder adquisitivo”.

En el discurso de cierre, el radical Luis Naidenoff dijo -respecto del cambio en la movilidad jubilatoria- que “la vieja fórmula no se puede poner en práctica, primero porque fue una ficción, porque nunca se incorporaron los jubilados que se ingresaron por la vía de la moratoria; segundo, porque es procíclica, no garantiza mejores constantes en el tiempo. Y tercero, porque no se la puede aplicar”, por las reformas que se introdujeron al derogar el artículo 104 del aporte a las Ganancias.

En el texto de la ley se estableció una garantía adicional para aquellos ingresos que no cubran el Salario Mínimo, Vital y Móvil, equivalente al 82 por ciento.

Los senadores kirchneristas del hasta hoy FPV-PJ que  rechazaron el proyecto fueron Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, Marcelo Fuentes, Silvina García Larraburu, Virginia García, Ruperto Godoy, Nancy González, María Ester Labado, María Inés Pilatti Vergara, Marina Riofrío y María de los Ángeles Sacnun.

También se opusieron Eduardo Aguilar, Hilda Aguirre, Liliana Fellner, Mario Pais, Omar Perotti y Carlos “Camau” Espínola. La lista de votos en contra se completa con los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre, los neuquinos Guillermo Pereyra y Lucila Crexell, y los representantes del interbloque Progresistas Fernando “Pino” Solanas y Magdalena Odarda.

Las abstenciones pertenecieron a Juan Manuel Abal Medina (PJ-FpV), Jaime Linares (GEN) y el chubutense Alfredo Luenzo.

Reforma Laboral: «No vamos a votarla en el Senado»