Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

El economista y Director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior Siglo XXI, Miguel Ponce, dialogó con Conclusión sobre la situación financiera y política que atraviesa el país. En este marco, advirtió que Argentina está entrando en un período de recesión, y pidió políticas que atiendan a las economías regionales ante la sequía.

“Al terminar el tercer trimestre habíamos dicho que iba a ser un año de estanflación, que es el estancamiento de la actividad y del trabajo, con alta inflación. La mala noticia es que después de estos primeros meses el cuadro se ha agravado. De estanflación vamos a pasar a recesión, es decir, caída del nivel de actividad, del empleo, del consumo, de las ventas, de la producción. Esto no pasará en todos los sectores, pero sí en la gran mayoría de ellos y con alta inflación”, expresó el economista.

Y advirtió: “Es un año donde la política puede seguir metiendo la cola como lo ha hecho hasta ahora, no siempre positivamente. La inflación de marzo va a estar por arriba del 7%. Todavía no estamos en un proceso hiperinflacionario para los parámetros argentinos, pero venimos desde hace décadas en dos cifras, ahora ya estamos en tres anualizadas, es para preocuparnos”.

Seguidamente, Ponce indicó que tanto a nivel local como mundial se están viviendo “situaciones inéditas”. En relación a la situación interna, apuntó: “Estamos atravesando la peor sequía de que se tenga memoria, vamos a tener la peor caída en la producción agropecuaria en lo que va del siglo, pero vamos a tener además la caída de dólares y de exportaciones más importante de los últimos cien años”.

En este sentido, criticó que el dólar soja –una tipo de cambio que fomenta la liquidación de divisas, y cuya tercera edición podría anunciarse este miércoles– ayuda a los productores de la zona núcleo, pero no a las economías regionales.

“Por un lado, no se está dimensionando correctamente el impacto de la sequía. Se habla de 20 o 25 mil millones, donde se incluye lo que vamos a exportar de soja, trigo y las producciones de la zona núcleo, pero no se tiene en cuenta cuánto caen las exportaciones de las economías regionales. En segundo lugar, no se analiza, en términos de PBI, el impacto que esto tiene en cada uno de los pueblos del interior, donde se vende menos, se transporta menos, y vamos a estar en una caída, por eso hablábamos de recesión, cercana al 5% del PBI nacional, con lo cual, claramente, no caben dudas de que aquella estanflación ya es recesión”, explicó Ponce.

Y agregó: “Los productores de las economías regionales sienten que se ayuda a los muchachos poderosos de la zona núcleo, que tienen más poder de lobby, es una situación de injusticia muy grande. Los gobernadores deberían haberse puesto codo a codo para salir a luchar por esas economías regionales, que son distintas a las de la zona núcleo”.

Por otro lado, el economista indicó que la siembra de trigo, que debería comenzar en menos de 45 días, está paralizada “porque se acaba de frenar la venta de fertilizantes”. “Los pequeños y medianos productores –expresó– quisieron comprar, pero las empresas resolvieron parar hasta ver el impacto. Esto podría significar una suba de 26% o 27% en dólares”.