Por Guido Brunet

La pandemia produjo grandes pérdidas mundiales a nivel económico. Uno de los sectores que más sufrió esta situación fueron las pymes, que representan el 99% de las empresas en Argentina, unas 600 mil en todo el país.

Las cifras de las pequeñas y medianas empresas son, cuanto menos, preocupantes. Más del 65% de las empresas vieron disminuido su nivel de actividades en más de un 50% desde el comienzo de la pandemia. Tanto en firmas que ofrecen productos como las que otorgan servicios, se pueden observar niveles de actividad similares. Además, el 80% vieron afectada su cadena de pagos, llegando a retrasos superiores a 60 días.

El principal problema es la falta de ventas, las que se vieron afectadas por el aislamiento, dijeron a Conclusión desde el sector. Aunque tampoco creen que al finalizar la cuarentena la demanda crezca debido a la crisis económica que ya arrastraba el país, y que se profundizó a raíz del coronavirus y el confinamiento para intentar controlarlo.

Los números surgen de un relevamiento realizado por Apyme Rosario, con el fin de conocer la situación de la Pequeña y Mediana Empresa durante los últimos 60 días. El mismo contó con una muestra de empresas Pymes encuestadas que emplean entre 20 y 25 trabajadores en promedio.

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Del total de rubros encuestados, casi un 30% corresponde a comercios mayoristas y minoristas, mientras que la rama de la Industria metalmecánica está en un 25%, construcción por encima del 10% al igual que Servicios de Montajes y Telecomunicaciones. En un menor porcentaje se encuentra transporte y logística, Seguridad y Limpieza, Sevicios financieros y Seguros, Textil y Gastronomía.

Solamente el 20% de las pymes no tuvo que acudir a alguna ayuda para abonar los salarios, el restante 80% acudió a crédito privado o de instituciones estatales para abonar sueldos o al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y Producción.

Las empresas remarcan que se registró una fuerte caída de ventas producto de las restricciones sanitarias, y por otra parte los abusos de las grandes superficies comerciales y formadores de precios.

En cuanto al rol de los bancos durante la pandemia, la opinión estuvo dividida. Más del 30% de los encuestados consideró que el papel de los Bancos estuvo a la altura de la situación, pero casi la misma proporción manifestó que las entidades financieras le pusieron trabas.

Por otra parte, mencionaron que la obra pública de Santa Fe y pagos al sector se encuentran totalmente parados desde octubre de 2019.

Situación crítica

En diálogo con Conclusión, el secretario de Apyme, Juan José Sisca, comentó que a nivel general “la situación es mala”, y agregó que “veníamos con 24 mil empresas cerradas y la caída de miles de puestos de trabajo durante la anterior gestión nacional, que es muy importante porque el 95% de la producción de las Pymes va al mercado interno, que cayó mucho”.

“El principal problema es la falta de ventas, que se vieron afectadas por el aislamiento, pero cuando termine no creo que la gente salga a comprar masivamente. A nosotros nos golpea el tema de la caída de puestos laborales y también la pérdida del poder adquisitivo del salario”, remarcó Sisca.

El dirigente pyme destacó el rol del Estado en esta situación, al mencionar que “algunos rubros que se exceptuaron empezaron a trabajar un poco más, pero hay otros rubros que tienen que ver con el comercio, que lamentablemente siguen aislados y están con muchos problemas, sobreviven por la asistencia del Estado, que está haciendo enormes sacrificios”.

A su vez, expresó que “para nosotros esta es la segunda pandemia, la primera fue el neoliberalismo. Así que esta situación nos encontró sin reservas. Estamos en una situación muy crítica”.

“Siempre dijimos que hay priorizar la vida. Hay países que privilegiaron la economía y les fue peor que nosotros”, cerró el secretario de Apyme.

Encuentro virtual

Días atrás se realizó una reunión vía teleconferencia de dirigentes de Apyme (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios) de todo el país junto con funcionarios como Ariel Schale, secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, y Guillermo Merediz, secretario de las Pymes y los Emprendedores.

En el encuentro virtual se expresaron las inquietudes que reciben en cada lugar a raíz del funcionamiento de los programas de asistencia que se están implementando en el marco de la crisis sanitaria y sus secuelas económicas.

Las cuestiones predominantes en la charla fueron la alta cantidad de cheques rechazados y el consecuente corte en la cadena de pagos; el acceso a las líneas de crédito con tasa negativa, que no están llegando a de las empresas que más las necesitan, en particular por parte de los bancos privados, y aspectos operativos del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Los dirigentes de Apyme solicitaron una mayor amplitud y respuesta para que estas empresas puedan acceder, considerando también la inflación a la hora de computar los montos facturados.

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Otro punto relevante fue la dinámica del consumo en el mercado interno, principal sustento Pyme, con una fuerte caída de ventas en muchos rubros derivada de las restricciones sanitarias, y por otra parte los abusos de las grandes superficies comerciales y formadores de precios, para lo que se solicitó un seguimiento particular.

Asimismo se hizo notar los incrementos de costos por los aumentos de tarifas de las compañías telefónicas y por las arbitrariedades de las compañías eléctricas, cuyo cuadro tarifario se pidió sea revisado.

Todos los dirigentes de Apyme coincidieron en señalar que la actual problemática con la implementación de las líneas crediticias pone de relieve la necesidad de fondo de una modificación de la ley de entidades financieras.

Los funcionarios explicaron que los bancos tienen la obligación de otorgar los créditos a través del FoGAr y que por medio de la asistencia en marcha ya se logró otorgar unos 200 mil millones de pesos a 120.000 empresas.