Un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analiza las razons que llevaron a que, en el primer semestre de este año, aumente la cantidad de argentinos que no pudieron acceder a bienes y servicios básicos, a pesar de la recuperación de los índices de los niveles de empleo. En la conclusión del mismo apunta, directament,e al feroz aumento en los precios, sobre todo en los alimentos, que no fue acompañado por los ingresos.

En el primer semestre del 2023, el 40,1% de los argentinos no contaron con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, por lo que se ubicaron por debajo de la línea de pobreza, según informó el Instituto Nacional de Estadística y censos (INDEC). La cifra registrada entre enero y junio implicó un aumento con respecto a los dos semestres del año pasado, cuando la variable fue del 36,5% y 39,2%, respectivamente.

Además, un 9,3% de los argentinos no contaron con ingresos para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, por lo que se ubicaron por debajo de la línea de indigencia. El dato del primer semestre de este año implicó un incremento de 0,5 puntos porcentuales respecto al registrado entre enero y junio de 2022 (8,8%) y también fue mayor al del segundo semestre del año pasado (8,1%).

 

 

Entre las consideraciones se destacan los aumentos en los precios de los alimentos: mientras que entre enero y junio el alza mensual promedio en este rubro fue del 7,7%, en los primeros seis meses del año pasado la cifra rondaba el 5,8%.

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A esto, se suma el deterioro en el ingreso de los trabajadores. Para el CEPA, los hogares de menores ingresos presentan mayores tasas de informalidad, por lo tanto, puso el foco en los datos de salario de trabajadores no registrados y en el salario mínimo, vital y móvil.

¿Qué pasó con los salarios?

El informe del CEPA indicó que entre enero y junio, el salario de los trabajadores no registrados se redujo un 7,1% con respecto a los valores del primer semestre del año pasado, mientras que en la comparación el período comprendido entre julio y diciembre de 2022 la caída es del 1%.

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“Si se analiza la evolución del salario mínimo, se percibe un valor equivalente al primer semestre de 2022 y una retracción de casi 13% en relación al segundo semestre del año pasado, como resultado de los bonos de $22.500 pagados en noviembre y diciembre, que atendió a aquellas personas que no tenían ningún ingreso declarado”, señaló el informe.

Y agregó: “La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) muestra, en el primer semestre de 2023, una desmejora en términos reales de 2,8% respecto al primer semestre del 2022 y una mejora de 1% respecto al último semestre del año anterior”.

La relación de la mediana de salarios respecto de la Canasta Básica Total (CBT) se redujo sensiblemente: pasó, entre finales de 2017 y hasta finales de 2019, de superar a la CBT en 12,2% a quedar por debajo de la misma en 14,4% (una retracción de casi 30 puntos).

A pesar del deterioro salarial que se registró en el primer semestre del año, en este período sí mejoraron los indicadores de empleo. La desocupación fue del 6,6% y se ubicó en el menor valor desde 2015 –cuando en el primer semestre del año pasado fue del 7%– mientras que se incrementó la tasa de empleo, que pasó de 43,9% entre enero y junio del 2022, a 44,8% en el mismo período de 2023.

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La jubilación mínima, por su parte, registró en el primer semestre de este año –y con respecto a igual período del 2022– una mejora de casi el 2%. Sin embargo, con relación al semestre comprendido entre julio y diciembre, tuvo una caída del 1%.

Caída de las asistencias sociales

Al igual que lo ocurrido con los ingresos de los trabajadores, en los primeros seis meses de este año se observó una reducción en los montos de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y los planes sociales.

La caída en la AUH se explica por los bonos de $9.000 que se entregaron a los beneficiarios de este programa en los meses de mayo y junio del año pasado.

En cuanto a la Tarjeta Alimentar, el CEPA observó que “se percibe una desmejora en la evolución real de los ingresos”, ya que en el primer semestre de este año –y en comparación a igual período del 2022– la variable se redujo un 5%. Sin embargo, con respecto período comprendido entre julio y diciembre del año pasado, el programa registró un aumento del 5%.

En el caso de los planes sociales, el escenario muestra una reducción de su poder adquisitivo de 6,3% respecto al primer semestre de 2022 (como resultado del impacto de los bonos de mayo y junio de ese año), mientras que los valores entre julio-diciembre del año pasado y enero-junio de 2023 son similares.

La actividad se recupera, pero la pobreza sigue en punta

El nivel de actividad se vio considerablemente afectado por la crisis económica que acompañó a los últimos años del gobierno de Mauricio Macri, y luego profundizó su caída con la pandemia de coronavirus. Sin embargo, la situación se empezó a recuperar en el primer semestre del 2022 –cuando equiparó las cifras registradas en el segundo semestre del 2017– pero la pobreza no dio señales de retroceder, sino que continuó en alza.

“La recuperación post pandemia no tuvo una distribución del ingreso equitativa. A la par, se observa una dinámica desigual en los indicadores de empleo y pobreza: mientras que los primeros descienden sensiblemente, la pobreza se mantiene en niveles de pandemia”, cerraron desde el CEPA.

¿Qué se puede para el segundo semestre de 2023?

El informó prevé “niveles elevados de inflación” y que las variaciones de la CBT y la CBA se encuentren por encima de las registradas en el primer semestre, en base a lo que ocurrió en los meses de julio y agosto.

“En relación con los ingresos, el salario mínimo mostrará probablemente una mejora como resultado del incremento anunciado el 27 de septiembre y por el bono a pagarse en dos cuotas de $47.000 para trabajadores informales”, observó el CEPA.

Y añadió: “La AUH y la Tarjeta Alimentar tienen una tendencia a la baja. A este sector les alcanzó además el beneficio de la devolución del IVA. Los planes sociales se mantendrían en niveles similares al primer semestre gracias a los bonos anunciados recientemente. La jubilación mínima tendría un mejor desempeño al del primer semestre 2023 como resultado de los bonos otorgados y debería adicionarse la devolución de IVA”.

“En términos de empleo, el trabajo registrado muestra, en todo 2023, un crecimiento sostenido que podría mantenerse en el segundo semestre”, concluyó el informe.