Por Esteban Guida

Hace unos días el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) presentó los datos referidos a la evolución de la actividad económica en el país, que muestran la persistencia de un preocupante proceso de retracción. El dato ocupó un breve espacio en los medios masivos de comunicación, que tienen su agenda copada por las novedades electorales. Eso no cambia el hecho de que el gobierno de Cambiemos termina con la economía de la peor manera.

El dato que publica el Indec refleja que en marzo de 2019 la actividad económica cayó 6,8% respecto de igual mes del año anterior. A su vez, el acumulado del primer trimestre del año presenta una baja de 5,7% respecto del acumulado del igual período del año anterior. Los principales sectores que explican esta caída en la economía son: Industria manufacturera con -13,2%, el sector comercial con -14,6% y la Intermediación financiera con -13,9%. De los 15 sectores de la economía sólo 3 no cayeron: “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” creció 10,8%, “Enseñanza” 1% y “Servicios de Salud” 0,2%.

> Te puede interesar: Los problemas no se alivian, se solucionan

Estos resultados se observan luego de tres meses en los que parecía apreciarse un cambio de tendencia en la rumbo de la actividad. Específicamente, en función de la serie desestacionalizada (aquella donde se eliminan los efectos estacionales con el objetivo de asegurar la comparabilidad) la actividad económica creció 0,4% en diciembre respecto al mes anterior, 0,5% en enero y 0,1% en febrero, cifras sobre las que el gobierno nacional se había apoyado para sostener que la caída de la actividad económica había encontrado su piso. Evidentemente, lo datos no indicaban eso.

Es que los resultados de todo el 2018 muestran una caída de la actividad económica del 2,5% en términos acumulados y del 5,2% en el primer bimestre de 2019, respecto al mismo período del año anterior. Además del dato de marzo, hay que ver el efecto que tendrá la pronunciada depreciación del tipo de cambio que se dio en el mes de abril, y que generó un nuevo movimiento en el sistema de precios relativos, afectado negativamente a la producción del país.

Así es que los datos revelan que “lo peor no pasó”, en contraposición a lo que vienen sostenido varios funcionarios del gobierno de Cambiemos desde hace tiempo, incluyendo al mismo presidente Mauricio Macri, y hasta el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional en Argentina, Roberto Cardarelli.

> Te puede interesar: Inestabilidad cambiaria y fuga de capitales

La realidad parece no conmover a los funcionarios de Cambiemos y todo este asunto electoral parece haber relegado la cuestión económica a un segundo plano. Lo cierto es que los meses que restan del gobierno de Macri están perdidos, en términos del tiempo que los argentinos están perdiendo para intentar una salida efectiva de la dramática situación que están atravesando empresas y personas.

De los últimos tres años, dos fueron recesivos, así como lo será el cuarto y último año de este gobierno, en caso de que se cumplan todos los pronósticos (incluyendo los oficiales) que prevén que la economía vuelva a caer en 2019. Ya no hay tiempo para cambiar nada; el resultado final de la experiencia de Cambiemos al frente del Poder Ejecutivo Nacional será negativo para la economía argentina.

*[email protected]