Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

 

El economista, analista y docente, Fabián Medina, analizó los datos inflacionarios del mes de abril y cuestionó la falta de controles en el cumplimiento del programa Precios Justos. Asimismo, propuso una serie de medidas que el Gobierno –a través de la Secretaría de Comercio– podría tomar para tener mejores resultados a la hora de limitar la suba de precios.

En diálogo con Conclusión, Medina evaluó la cuestión de la deuda y apuntó: “En la economía no hay soluciones mágicas, lo que sufrimos hace ocho años aún hoy lo seguimos padeciendo. Hoy estamos viviendo la película que empezó en 2016/2017 con el sobreendeudamiento. En enero de 2018 nos quitaron del mercado de bonos, tuvimos que recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), y ese tema se está resolviendo. Es la primera vez que se cumple un año entero de acuerdos, la negociación hoy pasa por que las revisiones en lugar de ser trimestrales sean anuales, y que por el tema de la sequía bajen un poco los puntos en cuanto a reservas e inflación, y a su vez que adelanten, entre lo que queda de mayo y junio, los cerca de 12 mil millones de dólares que tienen que mandar por revisiones trimestrales”.

Tras asegurar que la corrida cambiaria que la economía argentina sufrió hace dos semanas se transformó en una “operación política”, el especialista se refirió a la inflación: “Abril, mayo y junio generalmente son meses de baja inflación. Los rubros que más aumentaron en el cuarto mes del año fueron alimentos, ropa y zapatos. Esos sectores están dentro de Precios Justos, esto significa que podés hacer todos los acuerdos que quieras, pero hay que verificar que se cumplan. Si no lo hacés, el primer mes camina bárbaro, el segundo mes cuando ven que nadie los controla suben un poco y para el tercer mes tuviste un 10% u 11% de crecimiento”.

En este sentido, el economista indicó que para solucionar esta situación se necesitan más controles, pero también un gran acuerdo entre productores, mayoristas, supermercados nacionales y provinciales, autoservicios, supermercados chinos y almacenes de barrio.

“Al productor hay que pedirle que duplique la fabricación de productos incluidos en Precios Justos para abastecer también al supermercado chino, al autoservicio o al almacén de barrio, con el mismo precio que rige para los grandes supermercados. Si dice que no, se puede ir por un ‘Precio Justo mayorista’ para monotrobutistas y Responsables Inscriptos. Ese precio debe ser un 4% o 10% más bajo que el valor normal, porque no se le puede vender al almacén de barrio al mismo precio que se vende un supermercado común”, apuntó Medina.

Y señaló: “Así, tiene una diferencia que actúa como gancho. Por ejemplo, el kiosquito no gana plata vendiendo cigarrillos, pero este producto le sirve como gancho para vender galletitas, caramelos, chocolates. En este caso pasaría lo mismo para la venta de mayoristas a los contribuyentes que son Responsables Inscriptos y monotributistas, que compran a un 5% o 10% menos, tienen un producto con un valor de referencia nacional, y le sirve como gancho para vender otros productos”.

Además, el economista sugirió que la Secretaría de Comercio debería reunirse, por un lado, con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y firmar, junto a los veinticuatro secretarios de comercio de las provincias, un acuerdo de adhesión a programas como Precios Justos.

Por otro lado, recomendó reunirse con la Federación Argentina de Municipios (FAM) para que todas las ciudades del país también estén adheridas al programa. “El intendente que no quiere manda una nota escrita y firmada a la FAM o al CFI, en la cual comunica que no está de acuerdo y no se incluyen dentro del programa Precios Justos, como determinó (el intendente de Rosario) Pablo Javkin, o el intendente de La Falda. Eso le da trasparecía al programa”, completó Medina.

En otro tramo de la entrevista, el docente se refirió a las reformas laborales que proponen algunos candidatos para las próximas elecciones: “Cuando te dicen que el país que viene no tiene que tener aguinaldo ni vacaciones pagas, están tirando abajo los derechos sociales y quieren volver a la década infame de 1930. Ni vacaciones, ni aguinaldo, ni beneficios sociales ni jubilación, te están proponiendo volver a la AFJP. Es capitalismo salvaje de los 90’s”.