Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

El especialista en Geopolítica de la Energía, Gustavo Lohoud, dialogó con Conclusión, y explicó cómo se llegó a la crisis energética mundial y expuso que debe darse una gran discusión de cara a la reactivación en la que YPF debe ser la empresa que garantice el abastecimiento al mercado interno y la producción. Además, no descartó que otra opción para Argentina sea la energía nuclear.

El especialista dijo que se está «atravesando un estado de crisis muy pronunciado de una etapa que lleva más de 70 años de predominancia de un patrón energético vinculado a la explotación de petróleo y de gas».

«El capitalismo industrial con todas sus variantes desde la construcción del Estado de bienestar, que duró más de dos décadas, la etapa neoliberal y con la última etapa de 20 años protagonizada por el impresionante dominio de China con su explosión comercial, abarcó unos 70 años y se está terminando», analizó 

Y añadiö: «El motivo es que los hidrocarburos de fácil extracción vienen decreciendo y llega a su fin».

«Argentina no es un país hidrocarburífero sino un país con hidrocarburos, esto es una gran diferencia”, precisó el investigador, al tiempo que agregö que «hubo un relato abiertamente tecnocrático, liberal, aperturista, desregulador»,.

Lohoud señaló además, que el macrismo  «se montó en una falacia oscura y deliberadamente planteada en el debate público, que se sostuvo en el supuesto “festival de derroche populista” que todos los argentinos habíamos protagonizado en los años anteriores», señaló.

En otras latitudes, indicó el docente de Relaciones Internacionales de la USAL, que en la última década apareció la revolución del shale en Estados Unidos, y significó poner en producción reservas de muy difícil acceso. Son reservas no convencionales de hidrocarburos que no se podían extraer como consecuencia de una dinámica productiva intrusiva, y dañina para el ambiente, que conocemos como facking.

Para Lohuod, este sistema no constituye una alternativa ya que es necesario incrementar su actividad y producir en alta escala, ya qu los problemas se multiplican en el orden social y laboral por la dureza del régimen que se establece.

La caída de los niveles de consumo de hidrocarburos llega entre el 10 y 15 por ciento por el parate productivo y comercial mundial. «Esto nos propone otras alternativas para encarar y encontrar una solución a un sistema en crisis’, manifestó, 

Respecto de cuál es la salida para Argentina, el estudioso indicó que tendría que venir «de la mano de YPF a través de una planificación, asegurando el abastecimiento del mercado interno y el sistema productivo».

Según Lohoud, en Argentina la herencia del neoliberalismo es cruda ya que «de tantas urgencias muchas veces impostadas o hipócritamente urdidas a la luz de las sombras de la especulación financiera y ensañamiento social en la tierra de la distopía de Cambiemos, la problemática energética ha sido una de las aristas de la discusión pública que han estado ausentes o, por lo menos, adormecidas bajo la infamia del discurso de culpabilización social que, tarifazo mediante, se desató sobre vidas y bienes de buena parte de los argentinos»,