El presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, buscan renovar su pacto de cooperación legislativa con el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, con un acuerdo que englobe la agenda de Nación y Provincia, a diferencia del año pasado, cuando la negociación fue por separado.

Desde el vidalismo afirman que el Presupuesto bonaerense, el endeudamiento y la presidencia de la Cámara baja provincial -que pasará a ocupar Manuel Mosca por Cambiemos y Jorge Sarghini la vicepresidencia- ya está cerrado, y las conversaciones ahora apuntarían a una cooperación hasta el primer trimestre de 2017.

«En 15 o 20 días ya habrá resultados», dijo a  un hombre del entorno de confianza de la gobernadora, que también recordó que hay otros espacios de poder que tal vez también entren en la negociación con el massismo: miembros del Tribunal de Cuentas, vacantes de la Corte Suprema y la posibilidad de la Procuración en caso que renuncie María del Carmen Falbo.

Según el PRO, hasta ahora lo que pide a cambio el jefe del interbloque UNA es «obras para sus (10) intendentes y ATN (Aportes del Tesoro Nacional)».

En ese sentido se explica el cortejo a los jefes comunales massistas, como la reunión la semana pasada que hubo en Interior entre el subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación, Lucas Delfino, con los intendentes de Necochea, Chascomús, Chivilcoy y San Miguel del Monte para escuchar sus pedidos, aunque días después en declaraciones públicas, el funcionario envió un mensaje ante posibles oposiciones: «Los intendentes son quienes mejor conocen la realidad urbana y por eso van a dar su visto bueno al presupuesto, que por la forma en que está previsto, nadie puede decir que Vidal no va camino a ser la mejor gobernadora de la historia».

Desde la Casa Rosada ratificaron la estrategia, señalaron que «no se trata tampoco de un toma y daca» y que desde el FR se pide «concreción de las cosas que ya se venían hablando para los municipios que gestionan».

A diferencia del año pasado, cuando Vidal alcanzó un acuerdo legislativo amplio con Massa -que llevó al FR a tener la presidencia de la Cámara baja-, este año buscan que sea un pacto que englobe ambas legislaturas, ya que desde Presidencia algunas voces se quejaron de que la negociación en Provincia acotó el margen de maniobra a nivel nacional.

En la Rosada dejan trascender que están satisfechos con su relación con el massismo en el Congreso «a pesar de que hubo algunos momentos de tensión», pero saben que por la correlación de fuerzas, el frente UNA es la opción más fácil para obtener quorum en Diputados.

Ayer, en el encuentro, también estuvo el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta -el único amigo personal de Massa en el PRO junto a Diego Santilli-, quien oficia como una especie de «moderador y facilitador», según describieron desde el macrismo, apuntando a que el líder del PRO porteño busca un lugar en la agenda nacional que la Ciudad per sé no otorga.

Fuentes consultadas por el massismo, por su parte, admitieron que, si bien ratifican su postura de plantarse como una oposición que coopera con el oficialismo para desmarcarse del kirchnerismo duro, la «sociedad está muy polarizada y no es tan claro entender esa postura, así que en 2017 se va a profundizar el rol opositor», en la previa a los comicios legislativos que renuevan no sólo el Congreso nacional sino la mitad de las cámaras de la Legislatura bonaerense.