La actividad económica de la Argentina registrará este año una caída de al menos 5,7% del Producto Bruto Interno debido a la profundización de la crisis por el impacto de la pandemia de coronavirus Covid-19, según pronosticó este martes el Fondo Monetario Internacional.

El organismo que conduce Kristalina Georgieva dio a conocer sus proyecciones de la economía mundial a través de la presentación de su tradicional informe semestral World Economic Outlook, denominado «El Gran Aislamiento».

En el informe, el FMI expone que la principal economía de la región, Brasil, caerá 5,3%, mientras que Chile lo hará en un 4,5% al igual que Perú.

Uruguay caerá 3%, mientras que el restante socio del Mercosur, Paraguay, apenas descendería 1%, siendo uno de los menos golpeados de la región.

Según el Fondo, se prevé un vuelco de la economía mundial hacia una recesión del orden del 3%, lo que golpeará principalmente a los países pobres y a los considerados emergentes, entre los que se encuentra la Argentina.

Para la Argentina, se pronosticó una caída en el PBI de 5,7% en 2020 y un fuerte rebote 2021 que llevaría al país a crecer 4,4% en 2021, considerando que se comparará contra un piso muy bajo que quedará de este año.

Salida de capitales

Por otra parte, el FMI consignó este martes que en los últimos tres meses hubo una salida récord de capitales de los mercados emergentes por más de 100.000 millones de dólares, a raíz de la pandemia del coronavirus que azota al mundo. El Director Gerente del organismo y el presidente del Banco Mundial convocaron a los acreedores bilaterales oficiales para suspender los pagos de la deuda de países más pobres y amortiguar el impacto de la crisis.

«Los flujos de cartera a los mercados emergentes han experimentado una reversión muy marcada. Las salidas de los no residentes en los mercados emergentes alcanzaron un nivel récord en dólares, con más de 100.000 millones de dólares desde el 21 de enero, siendo el más alto en relación con su PIB agregado en el primer trimestre de 2020», precisó la entidad que conduce Kristalina Georgieva.

La presentación la realizó Tobias Adrian, el director del departameno de Mercado de Capitales y Monetario.

«Las economías de los mercados emergentes y fronterizas se enfrentan a la tormenta perfecta», expresó Adrian, quien especificó que muchos emergentes enfrentan restricciones fiscales, de caída del precio de los commodities y de las exportaciones, y se encuentran más expuestos para enfrentar la pandemia y acomodar sus sistemas de salud y repagar sus deudas.

«Los activos de riesgo sufrieron caídas más pronunciadas que durante la crisis financiera mundial del 2008», expresó Adrian.

«Es probable que esta pérdida de financiamiento de deuda externa ponga presión sobre prestatarios más apalancados y menos solventes. Esto puede conducir a un aumento de la deuda, reestructuraciones, que podrían probar los marcos de resolución de deuda existentes», advirtió el analista en el informe.

Esta crisis presenta «una amenaza muy grave para la estabilidad del sistema financiero mundial, ya que el a raíz del brote de Covid-19, las condiciones financieras se endurecieron a una velocidad sin precedentes, exponiendo algunas «grietas» en mercados financieros mundiales», se indicó.

El informe subraya que «un período prolongado de dislocación en los mercados financieros podría desencadenar angustia entre las instituciones financieras, lo que, a su vez, podría provocar una crisis crediticia para prestatarios no financieros, exacerbando aún más la recesión económica».

Este escenario no es descartado por los analistas del Fondo, ya que aún no hay certezas acerca de cuándo podría culminar la pandemia, y donde «la prioridad es salvar vidas y apoyar a las personas y empresas más afectadas por Covid-19, con las políticas fiscales, monetarias y financieras deben usarse para apoyar las economías afectadas por la pandemia».

En este sentido, apelaron a la «cooperación internacional es esencial para hacer frente a esta extraordinaria crisis mundial», tanto en términos de políticas de salud como en el financiamiento, entre otros.

En tal sentido, señalaron que «los acreedores bilaterales oficiales han sido convocados por el Director Gerente del FMI y el presidente del Banco Mundial para suspender los pagos de la deuda de países más pobres, y el FMI tiene disponible un billón de dólares en recursos y está apoyando activamente a los países miembros»