Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados como co-autores de homicidio por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi fueron condenados a 15 años por partícipes secundarios.
El Tribunal deberá determinar si los ocho imputados reciben la prisión perpetua. En el caso de que en alguno de ellos el hecho se encuadre en una figura más leve podría recibir una pena menor y hasta la absolución. Los detalles.
Al decir sus últimas palabras antes de la sentencia, que será dada a conocer el 6 de febrero próximo, los rugbiers Máximo Thomen, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ciro, Lucas y Luciano Pertissi y Ayrton Violar se manifestaron en el mismo sentido frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.
Los imputados también sostuvieron que no hubo planificación en el ataque y señalaron que lo que ocurrió en Villa Gesell "fue una tragedia terrible".
Las expectativas apuntan a la chance de que alguno de los acusados opte por declarar ante los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia, luego de que tres de ellos lo hicieran en jornadas previas.
Los efectivos se centrarán en el estudio detallado y cuadro por cuadro de las imágenes incorporadas a la causa. Debido a la gran cantidad de material relevado, se espera una declaración en esquema de coloquio que podría extenderse por varias horas.
En esta octava jornada declararon los efectivos encargados de peritar las prendas secuestradas a los acusados. Para el abogado Fernando Burlando, que representa a la familia de la víctima, las pruebas son "irrebatibles".
Fuentes judiciales indicaron que seis testigos se presentarán desde las 9 ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores. Hasta el momento brindaron declaración los padres de la víctima, una docena de amigos, policías, custodios del local bailable, médicos y el remero Pablo Ventura, entre otros.
El taxista fue el único testigo que miró a la cara a los imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Quedó de pie frente a ellos, a unos tres metros, mientras se exhibían unos videos. "Quería que sintieran la mirada de la sociedad", dijo luego de declarar.