La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) analiza la posibilidad de realizar medidas de fuerza después de que la tercera reunión con los empresarios del sector, de la rama metalmecánica, fracasara el lunes pasado, dando lugar a una próxima convocatoria para el próximo 5 de diciembre.

Para la nueva fecha de encuentro en el Ministerio de Trabajo, desde el sector empresarial barajan alternativas para acercar posiciones aunque desde la UOM están decididos a no cambiar su planteo original.

El objetivo de la entidad gremial es alcanzar durante el período comprendido entre marzo de 2022 hasta marzo de 2023 un aumento del 111 % para ganarle a la inflación, además de la solicitud de un bono de 50.000 pesos para marzo de 2023.

La razón de este pedido es la de cubrirse de una posible pérdida del poder adquisitivo si la inflación se dispara por encima de las expectativas, considerando que los próximos son meses de posibles aumentos estacionales de los precios propios de la temporada de verano y del comienzo de clases.

Al respecto, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, había señalado en un acto el pasado 4 de noviembre: “Con esta inflación no va a haber paritaria que pueda resolver el problema que tenemos todos nosotros” y recalcó que necesitan “que el Gobierno ayude a resolver la puja distributiva y genere un bono que no tenga absorción y que vaya pura y exclusivamente a recuperar el salario real”.

En paralelo, avanza negociación paritaria de la rama siderúrgica, aunque los encuentros arrancaron más tarde. Al igual que los otros empresarios, tampoco desde Ternium y Acindar mostraron predisposición para aceptar el pedido del 111 % anualizado de la UOM y el bono adicional.