La producción de bebidas bajó un 7,3% en los primeros siete meses del año, el menor volumen en quince años. En tanto, el consumo total de bebidas profundizó su caída en 9,3% en el mismo lapso, con solo 33,3 millones de hectolitros.

Según un informe de IES Investigaciones Económicas Sectoriales, en el período mencionado se exportaron bebidas por u$s 542 millones, una leve caída del 1,5% con respecto a igual período de 2018. En cantidades, los despachos crecieron 18,3%, al totalizar 259,9 millones de litros.

En cuanto a los destinos de las exportaciones de la industria vitivinícola en los primeros siete meses de 2019, los envíos de vinos se concentraron en los Estados Unidos (33,8%), el Reino Unido (15,3%), Canadá (9,2%), Brasil (6,3%), y China (3,3%), países que concentraron, conjuntamente, el 67,8% de los valores de las ventas en este período.

“Con respecto a las importaciones de bebidas, en los primeros siete meses de 2019 llegaron a los u$s 49,2 millones, con una fuerte baja de interanual del 43,6%, mientras que en volúmenes cayeron 51,6% con 30,5 millones de litros”, indica el informe.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, “la devaluación del peso favorecerá las exportaciones, ya que mejora la competitividad externa, por lo que prevemos una evolución en la exportación de vinos fraccionados”.