Arrancó el plan de lucha. Es que docentes, estatales y profesionales de la salud, nucleados en Amsafe Rosario, ATE Rosario y Siprus respectivamente, y dependientes del Estado provincial, se agrupan y movilizan en reclamo de salarios y condiciones dignas de trabajo. Así, desde las 10.30 concentrarán en plaza 25 de Mayo para marchar luego hacia plaza San Martín, realizando un cese de actividades media hora antes de la movilización -desde las 10- y hasta las 14, en el caso de la docencia.

“El gobernador quiso marcar la cancha diciendo que la inflación en Santa Fe fue del 32 por ciento cuando la mayoría de las estadísticas hablan de un 40 o 41 por ciento en lo que fue 2016. Esta definición no hace más que empezar a querer fundamentar que el año pasado los trabajadores en la provincia no tuvieron pérdidas en sus ingresos. Eso es una delimitación clara de que el gobierno no quiere discutir lo que consideramos inevitable, que es la recomposición salarial a partir de la pérdida que sufrimos el año pasado”, explicó el secretario General de la CTA y Amsafe Rosario, Gustavo Terés.

A la par, la Junta Interna de ATE Indec expresó en un reciente informe que “es imprescindible una compensación salarial tendiente a recuperar el poder adquisitivo perdido, que desde agosto del 2015 hasta Diciembre de 2016 fue de $ 25.434,71”.

“Es necesario que la discusión en paritaria, de nuestro salario, se haga teniendo en cuenta la inflación del año 2016, ya que es objetivo del Gobierno nacional, provincial y municipal imponer un insuficiente 17% de aumento salarial y en cuotas, en el contexto de incesantes tarifazos y una inflación anual que según datos del Indec y la DGEyC de CABA, alcanzó, un 39,13 y 41% respectivamente. Si sólo tomamos en cuenta el año 2016, la pérdida salarial que sufrimos los trabajadores fue del 16,21%, hecho objetivo que los gobiernos intentan desconocer a la hora de plantearnos ofertas insuficientes de aumento salarial”, expresaron los trabajadores del organismo público de estadísticas.

Panorama desalentador

De cara a la paritaria, el gobierno encabezado por Miguel Lifschitz expresó que lo que se discutirá en la mesa de negociación con los empleados del sector público será la inflación por venir. Y lo hará con estimaciones del Ipec (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos), cuyos números fueron fuertemente criticados desde los sectores gremiales. Entonces, se negociaría sobre una hipótesis inflacionaria sin tomar en cuenta la pérdida de poder adquisitivo de los salarios registrada el año pasado.

En las primeras reuniones del año a las que acudieron las direcciones provinciales de los sindicatos no hubo propuestas concretas y se esbozó la idea de esperar a ver qué pasaba en otras provincias. Pero en el resto del mapa nacional no hay buen augurio tras el 18% que la gobernadora María Eugenia Vidal impuso en Buenos Aires y su réplica en algunas provincias.

Otro factor que tampoco ayudó a calmar las aguas fue la reciente afirmación de Lifschitz que indica que una paritaria del orden del 35% está alejada “de las posibilidades de cualquier provincia y cualquier empresa del sector privado, en un año que en principio tiene expectativas de inflación a la baja”.

Tal declaración generó un fuerte resquemor entre los representantes gremiales por considerarlo un techo paritario para el sector público.

Marcha unitaria y paro

Los docentes públicos provinciales se volcaron masivamente a votar durante lunes y martes por la modalidad de la lucha ante la falta de avances concretos en paritaria y el panorama poco alentador que se vislumbra.

Alrededor de 7.500 maestros en la Departamental Rosario participaron de la decisión y la mayoría se volcó por el paro de 72 horas semanales. Resultados similares se lograron en San Lorenzo, General López y Caseros. Pero, en la asamblea provincial donde se señalaron algunas dificultades con el conteo de votos de la ciudad de Santa Fe, se impuso el paro por 48 horas semanales.

Entre los principales reclamos destacan: un aumento salarial del orden del 35%, la apertura de la paritaria nacional docente y el reclamo por el desguace del sistema educativo a nivel nacional; además de las condiciones de trabajo y edilicias en el plano provincial, entre otros puntos. El jueves habrá congreso de la Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación) que definirá pasos a seguir.

Por su parte, el Siprus participó del segundo encuentro paritario donde no hubo propuestas concretas y se pasó a un nuevo cuarto intermedio para la semana que viene. Los profesionales de la salud reclaman un salario mínimo, vital y móvil de 25 mil pesos y el cumplimiento de acuerdos de paritarias previas en cuanto pase a planta y condiciones de trabajo, además del pliego actualizado. La Fesprosa, de la que forma parte Siprus, lanzó un paro para los días 6 y 7 de marzo.

Asimismo, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el sindicato que más huelgas nacionales realizó a nivel nacional desde la asunción de Mauricio Macri, también lanzó un paro para esos días en reclamo contra el techo a la paritaria. “La medida está enmarcada contra el techo salarial que propone el Gobierno para discutir las paritarias, contra los intentos de intervenir a la baja los Convenios Colectivos de Trabajo, por la reincorporación de todos los trabajadores injustamente despedidos, contra la precarización laboral y por el derecho de los trabajadores municipales a los Convenios Colectivos y salarios por encima del Mínimo, Vital y Móvil”, explicaron.

Además, como corolario, el 8 de marzo se lanzó el Paro Nacional de Mujeres que ya tiene alcance internacional. Mujeres de todos los gremios cesarán actividades y participarán de las marchas y actividades en todo el territorio nacional. De este modo, marzo empieza en perspectiva unitaria y con la apuesta a un plan de lucha nacional en defensa del salario, los puestos de trabajo y las condiciones dignas de trabajo.

Se viene un marzo complicado…