Foto: Estación de servicio donde mataron a Bruno Bussanich
Los acusados por los crímenes de trabajadores que generaron conmoción y terror en la ciudad de Rosario durante el mes de marzo fueron imputados. Además, se determinó que los autores materiales fueron menores de edad que recibieron entre 200 y 400 mil pesos por la comisión de los asesinatos.
La Jueza de primera instancia María del Carmen Álvarez dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Alejandro Isaías N., Brenda Natalí P., Gustavo Alejandro M., Macarena Solange M. y Axel Uriel R.
La Fiscalía les atribuye a los imputados, Alejandro Isaías N., Brenda Natalí P., Gustavo Alejandro M., Macarena Solange M. y Axel Uriel R., junto a algunos cuatro menores de edad entre 15 y 17 años, y junto a personas aún no identificadas; el haber formado parte del grupo que ideó y perpetró una parte de los ataques armados destinados a generar temor y conmoción pública en Rosario tras la selección de objetivos sensibles como víctimas choferes de taxi; recolectores de residuos; choferes de colectivos; comisarías; farmacias y estaciones de servicio.
>>Te puede interesar: Imputan a acusados por los crímenes de 4 trabajadores: «Habrían sido ordenados para causar conmoción pública»
Los fiscales Adrián Spelta, Patricio Saldutti y Franco Carbone llegaron a la conclusión de que estos crímenes fueron en respuesta a las modificaciones impuestas en los últimos tiempos en los distintos regímenes de detención en las Unidades Penitenciarias, tanto en el Servicio Penitenciario Provincial como en el Servicio Penitenciario Federal, logrando tras el accionar conjunto atemorizar a la población en general.
Con su accionar, los imputados tuvieron como finalidad infundir temor y conmoción pública, logrando atemorizar a la población de la ciudad de Rosario en general y a la comunidad de taxistas, colectiveros y playeros de estaciones de servicios en particular, provocando el cese temporal de dichos servicios, quebrando la tranquilidad pública de toda una sociedad.
Los hechos
Desde su lugar de alojamiento -Pabellón N.º 28 de alto perfil de la Unidad Penitenciaria N.º 11 de Piñero- del Servicio Penitenciario de Santa Fe-, Alejandro Isaías N. encomendó a Brenda Natalí P., quien se encontraba cumpliendo detención domiciliaria en la localidad de Funes, que organice la comisión de los hechos, ofreciendo una remuneración económica para quienes ejecuten los mismos. Así Brenda P. seleccionó los objetivos y dispuso de los recursos materiales para cometer los crímenes en forma conjunta con Gustavo M., Macarena M., y un menor de 17 años.
El día 5 de marzo de 2024, Gustavo M., Macarena M., y M.M de 17 años, convocaron a tres menores al domicilio de Gustavo M. y Macarena M. para brindarles las instrucciones específicas del homicidio a cometer, y les entregaron el arma de fuego a utilizar y la nota que debían dejar en el lugar del hecho. Momentos más tarde, pasadas las 22:30, M.C de 16 años y C.N.T de 15 años concurrieron hasta la intersección de Oroño y Uriburu, donde C.N.T abordó el taxi conducido por Héctor Raúl Figueroa para dirigirlos hacia calle Flamarión y Lamadrid. M.C, en bicicleta, se anticipó a la llegada del taxi, y se dirigió al lugar acordado, Flamarión y Lamadrid, para alertar a D.M.G de que el taxi estaba en camino. Cuando el rodado arribó a destino, D.M.G abrió fuego contra Figueroa, mientras C.N.T descendió del rodado de manera apresurada desde el asiento trasero del vehículo, dejando una de sus zapatillas y olvidando arrojar la nota amenazante.
Los disparos efectuados por D.M.G le causaron la muerte inmediata a Figueroa producto de los múltiples impactos de proyectiles de arma de fuego en la zona craneal, de la misma manera que uno de los proyectiles, le generó un roce en la zona abdominal a C.N.T. Luego de efectuar los disparos, D.M.G y C.N.T huyeron del lugar corriendo, ocultándose en un domicilio cercano, donde se apersonó Macarena M. y les retiró el arma de fuego utilizada. Momentos más tarde, en un domicilio de calle Alem al 4000 de Rosario, se apersonó otra mujer y les pagó a los autores materiales la suma de $300.000 pesos a cada uno por el hecho cometido.
Al día siguiente, Gustavo M., Macarena M., y M.M de 17 años, convocaron a los menores M.C de 16 años, C.N.T de 15 años y D.M.G de 15 años, al domicilio de M.M. a los fines de brindarles las instrucciones específicas del homicidio a cometer, y les entregaron el arma de fuego a utilizar y el teléfono celular aportado por otra persona. Así a las 23:08, desde un teléfono celular aportado por el identificado R.P, se solicitó vía WhatsApp un taxi para calle Lamadrid al 400 bis de Rosario, siendo adjudicado el viaje al vehículo conducido por la víctima Diego Alejandro Celentano, quien inició el viaje ocupado por los menores de edad en el punto solicitado y culminó en calle Marcelo T. de Alvear y Garmendia de Rosario.
>>Te puede interesar: Terror en Rosario: otro brutal asesinato a un trabajador
Al llegar a destino, antes de bajar del rodado, desde el asiento trasero del vehículo, actuando por la espalda de la víctima, los jóvenes abrieron fuego contra el conductor, causando el fallecimiento de Celentano de manera inmediata. Luego, los autores del hecho huyeron del lugar corriendo, regresando al punto de partida, donde devolvieron el arma de fuego utilizada. Momentos más tarde, por orden de Macarena M. en el domicilio de calle Alem al 4000 de Rosario, se les pagó a los autores materiales la suma de $200.000 pesos a cada uno. En el lugar, también dejaron una zapatilla.
Órdenes de Alvarado
A su vez, la investigación determinó que personas vinculadas a la organización criminal liderada por Esteban Lindor Alvarado (desde su lugar de alojamiento, en el régimen de alto perfil del Complejo Penitenciario Federal N.º 1 de Ezeiza), determinaron y encomendaron a Axel Uriel R., quien se encontraba cumpliendo detención domiciliaria en calle Misiones al 2200 de Rosario, que organice la comisión de distintos hechos delictivos, ofreciendo una recompensa económica.
Axel R. cumpliendo el mandato recibido por Alvarado, seleccionó los objetivos de los hechos, y dispuso de los recursos materiales para cometer los mismos.
El 6 de marzo a las 23:53, el colectivo de la línea 122 roja finalizando su recorrido por calle Cerrito y antes de llegar a la intersección de calle México de Rosario, fue abordado por dos masculinos, quienes circulaban a bordo de una moto Honda modelo Twister 250 cc de color blanco, la cual era conducida por una persona con pedido de captura, quienes se pusieron del lado derecho del colectivo -puerta de ascenso y descenso de pasajeros- y sin mediar palabras, le efectuaron entre tres y cuatro disparos de arma de fuego los que impactaron en la carrocería del vehículo.
Seguidamente, sobrepasaron la marcha del colectivo y desde el frente, en dirección al chofer, el acompañante de la motocicleta intentó efectuar nuevamente disparos contra el mismo, no logrando su cometido, dado que el disparo no salió. Luego los ocupantes de la motocicleta se dieron a la fuga por calle México al sur, donde tomaron calle Riobamba al oeste en dirección a calle Nicaragua.
Ante el atentado fallido, el 7 de marzo de 2024 a las 18:45 aproximadamente, una moto marca Honda modelo Twistter 250 cilindradas de color blanco conducida por J.M (con captura vigente) con un acompañante masculino aún no identificado, se presentó en la esquina de calle Mendoza y Guatemala. El acompañante de la motocicleta descendió del rodado y J.M continuó por calle Guatemala en dirección norte. A las 18:49, quien antes circulaba como acompañante en la motocicleta, ahora simulando ser un pasajero, aborda el colectivo de la línea K interno 12, conducido por la víctima Marcos Iván Deloia.
Tras abordar el rodado, el colectivo retoma la marcha, y el masculino que acababa de subir, sin mediar palabra, le efectúa dos disparos de arma de fuego dirigidos a la zona craneal a Daloia. Luego de cometido el hecho, el agresor descendió del colectivo en la esquina siguiente, en la intersección de Mendoza y México, y se dio rápidamente a la fuga tomando calle México hacia el sur, para luego subirse a la motocicleta antes referida conducida por J.M para juntos escapar y dirigirse al domicilio de calle Nicaragua al 2200 de Rosario, donde escondieron la motocicleta y se cambiaron las prendas. Como consecuencia del hecho, el colectivero debió ser trasladado de urgencia al Heca, donde finalmente falleció tres días después.
Ese mismo día, el 7 de marzo de 2024, Brenda Natalí P. y Gustavo M. convocaron a M.M, quien con una persona más aún no identificada, luego de recorrer la ciudad en busca de un camión recolector de residuos, al no encontrarlo, cerca de las 23 se apersonaron frente a la Comisaría 15° en Ameghino y Sarmiento, a bordo de una motocicleta marca Voge de 300 cc color rojo, desde la cual efectuaron, al menos, cuatro disparos de arma de fuego.
Segunda etapa
Los atentados tuvieron una segunda etapa organizada por J.M. y J.G (ambos con captura vigente). Junto a menores de edad, que también participaron de los anteriores crímenes, y personas aún no identificadas; perpetraron los otros crímenes.
Axel R., en detención domiciliaria, seleccionó el objetivo del hecho, un empleado de una estación de servicio. El día 9 de marzo de 2024 aproximadamente a las 20 el menor D.M.G por orden de Gustavo M. y Brenda P. fue trasladado en un vehículo de alquiler desde calle Anchorena al 1500 hasta Misiones al 2200, donde fue recibido por Axel R., quien abonó el pago.
Dentro del inmueble donde este último cumplía prisión domiciliaria, se recibió una videollamada desde el interior del Servicio Penitenciario Federal, dando instrucciones del homicidio a realizar, el cual se transmitió al menor de edad. En dicha circunstancia se decidió el matar a empleados de estación de servicios “Puma” en Mendoza y Ricardo Rojas de Rosario.
En esa situación J.G (prófuga) se presentó en el domicilio trasladando un arma de fuego y una nota manuscrita que debía dejarse en la escena, la cual expresaba ideas atemorizantes y amenazantes hacia Maximiliano Pullaro. Momentos más tarde se presentó en el lugar un masculino no identificado, el cual aportó el vehículo con el cual se cometería el hecho.
Aproximadamente a las 23.30, el masculino no identificado quien iba como conductor del vehículo, y el menor de 15 años de edad se dirigieron hacia el objetivo indicado, tras dar vueltas por el frente a la estación de servicios, aguardaron en la intersección de Rojas y White, mientras el menor de edad se dirigió a pie hasta la estación “Puma”, donde aguardó algunos minutos y una vez que la víctima del hecho, Bruno Nicolás Bussanich, ingresó en la cabina de cobranzas del playero de la estación, D.M.G se acercó portando una pistola “Taurus” calibre 9 milímetros y efectuó tres disparos, impactando dos de ellos, en el torso y en el cráneo. Inmediatamente se dio a la fuga hasta donde lo aguardaba el conductor del rodado.
Al momento de cometer el hecho, D.M.G arrojó la nota mencionada. Ambos masculinos condujeron por calle White hasta calle Furlóng, tomaron dirección sur y antes de llegar a la colectora de Autopista Rosario-Córdoba, detuvieron la marcha y el conductor ocasionó el incendió el vehículo, luego se dirigieron a la casa de Axel R. donde devolvieron el arma de fuego a J.G (prófuga) siendo que los allegados a la misma, incineraron las prendas que el menor utilizó.
Al día siguiente, por indicaciones de Macarena M. se determinó el lugar en donde el menor de edad debía ir a percibir lo pactado por la comisión del homicidio; este último se presentó en el lugar, en donde una mujer no identificada, entregó la suma de $400.000 pesos para luego retirarse del lugar en un vehículo de alquiler, hacia la casa de Gustavo M., a quien le entregó la totalidad de la suma cobrada, en concepto de reparación de una moto secuestrada en el marco de un procedimiento policial.
Más tarde, el 9 de marzo de 2024 antes de las 8, en zona de Oroño y Circunvalación, Axel R. cumpliendo órdenes de Esteban Alvarado, seleccionó a personas no identificadas para que se presenten en un puente del lugar y coloquen un trozo de tela blanca con inscripciones amenazantes hacia Pullaro y Coccocioni, con el fin específico de intimidarlos y amedrentarlos.
