Bombardeos lanzados por Israel mataron este martes a más de 40 palestinos en la Franja de Gaza y un asalto militar israelí dejó fuera de servicio el único hospital operativo en el norte del territorio, luego de que Israel recibiera un renovado apoyo de Estados Unidos a su ofensiva contra el movimiento islamista Hamas pese a creciente alarma internacional y a llamados a una tregua.

Al menos 29 palestinos, entre ellos dos niños y un periodista, murieron como consecuencia de ataques aéreos israelíes que alcanzaron edificios de una zona residencial de la sureña ciudad de Rafah donde se alojaban civiles que huyeron de otras localidades por los combates, informó el Ministerio de Salud de Gaza.

Otros 13 palestinos murieron y más de 75 resultaron heridas horas más tarde en otro bombardeo israelí en el campamento de refugiados de la norteña localidad de Jabaliya, informó la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, que citó a un funcionario del Ministerio de Salud del pequeño territorio.

Entre los muertos en los bombardeos en Rafah hubo un niño de 2 años y su hermana recién nacida, dijo el ministerio en un comunicado.

Un periodista, de nombre Adel Zoroub, también falleció en los ataques israelíes en Rafah, dijo la Oficina de Medios del Gobierno del movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.

La ofensiva aérea y terrestre lanzada contra Hamas tras sus ataques en Israel del 7 de octubre pasado ha matado a casi 20.000 palestinos, desplazado a unos 1,9 millones, destruido el norte de Gaza y provocado ataques contra objetivos estadounidenses e israelíes en toda la región.

Una ola de ataques a barcos en el mar Rojo por parte de los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, ha llevado a las principales compañías navieras, así como al gigante del petróleo y el gas BP, a suspender el comercio a través de la vía fluvial vital.

Estados Unidos y sus aliados lanzaron una nueva misión para contrarrestar la amenaza, pero los hutíes afirmaron este martes que seguirán con sus ataques hasta que Israel acabe «con sus crímenes», levante el asedio a Gaza y permita entrar comida, medicamentos y combustible al territorio de 2,3 millones de habitantes.

El lunes, tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros funcionarios israelíes en Tel Aviv, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que no había ido a Israel «para dictar cronogramas o plazos” para la ofensiva en Gaza.

Sus comentarios indicaron que Estados Unidos continuará protegiendo a Israel de crecientes llamados internacionales a un alto el fuego, justo cuando el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto votar este martes otra resolución que pide una pausa en el ofensiva.

El texto vinculante de la máxima instancia de la ONU llama a un «cese urgente y duradero de las hostilidades», pero su votación llega tras varios vetos de Estados Unidos a resoluciones previas, y los declaraciones de Austin parecen anticipar un nuevo bloqueo estadounidense.

Austin, jefe del Pentágono, reafirmó también que Estados Unidos continuará brindando ayuda militar vital para la operación de Israel en Gaza, que ya es una de las campañas militares más mortíferas del siglo XXI.

La ofensiva comenzó el 7 de octubre luego de que milicianos de Hamas infiltrados en el sur de Israel desde Gaza mataran a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraran a otras 240 que se llevaron consigo, incluyendo una veintena de argentinos.

Al menos 19.667 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron desde entonces en bombardeos israelíes en Gaza y en combates entre soldados israelíes y milicianos de Hamas, y 52.586 resultaron heridos, según cifras actualizadas este martes por el Ministerio de Salud.

Israel, que ha prometido terminar con el Gobierno de Hamas en Gaza y liberar a todos los rehenes, y Estados Unidos dicen que detener su ofensiva en este momento sería un regalo para el grupo islamista.

Israel culpa a Hamas de las muertes de civiles, diciendo que los utiliza como escudos humanos.

Un total de 131 de soldados israelíes han muerto en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre, el 27 de octubre.

El Ejército dijo este martes que había matado a un destacado financista de Hamas en un ataque aéreo contra Rafah, sin especificar cuándo ocurrió ni si otras personas murieron o resultaron heridas.

Feroces batallas, en tanto, continuaban en el norte de Gaza, donde Hamas sigue oponiendo una dura resistencia en lo que ahora es un terreno baldío, siete semanas después de que tanques y tropas israelíes invadieran el territorio.

En la noche del lunes, un asalto de fuerzas israelíes dejó fuera de servicio el Hospital Al-Ahli de Ciudad de Gaza, el único que seguía operativo en el norte de la región, dijo este martes el director del hospital, doctor Fadel Naim a la agencia de noticias AFP.

Las tropas arrestaron al personal médico y a los pacientes y causaron daños a las instalaciones, dejándolas “fuera de servicio”, dijo.

«No podemos recibir pacientes ni heridos», señaló, y agregó al menos cuatro personas internadas allí sucumbieron a heridas sufridas en el asalto israelí.

Ashraf al-Qudra, portavoz del Ministerio, dijo que el Ejército israelí convirtió otro hospital no operativo, el de al-Awda, en Jabaliya, en cuarteles para sus soldados después de detener a más de 240 personas.

No hubo comentarios inmediatos del Ejército israelí.

Sus tropas han tomado por asalto otros hospitales en toda Gaza, acusando a Hamas de utilizarlos con fines militares. El personal de los hospitales niega las acusaciones y acusa a Israel de poner en peligro a civiles gravemente enfermos y heridos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo de salud de la ONU, ha condenado los ataques a hospitales y dicho que su número no tiene precedentes en ningún conflicto reciente.

La presión internacional para que Israel detenga su ofensiva sigue en aumento, incluyendo a la que proviene de algunos de sus principales aliados, como Francia, Reino Unido y Alemania, que el fin de semana renovaron pedidos en ese sentido.

En París, la canciller de Francia y su par del Reino Unido, Catherine Colonna y David Cameron, coincidieron este martes en la necesidad de «una tregua inmediata y duradera» en Gaza.

«Nuestros esfuerzos convergen en el deseo de una tregua humanitaria inmediata y duradera», dijo Colonna en conferencia de prensa conjunta con Cameron.

El canciller británico dijo que el Reino Unido también quería un alto el fuego tan pronto como sea posible, pero que debe ser un alto el fuego sostenible».

Colonna informó que Francia, imitando una decisión de Estados Unidos y el Reino Unido, impondrá sanciones a colonos israelíes responsables de ataques contra palestinos en Cisjordania, los otros territorios palestinos, que están ocupados y colonizados por Israel desde 1967.

En Ginebra, el organismo de la ONU para la infancia, Unicef, dijo este martes que un alto el fuego duradero es la única forma de evitar más muertes de niños, por enfermedades y bombardeos, en Gaza, que definió como «el peor lugar del mundo para ser niño».