Por Horacio Rovelli

El comunicado del FMI tras la reunión de la Primera Sub Directora General del organismo con el ministro de economía argentino, Sergio Massa dice que se continuará promoviendo las exportaciones y fortaleciendo la balanza comercial mediante la aplicación de un tipo de cambio diferencial por un período limitado, para un conjunto de exportaciones primarias, incluida la soja y otros productos agrícolas (de regiones seleccionadas).

En la Argentina existe una relación inversamente proporcional entre el precio del dólar y el poder adquisitivo de los salarios. La suba del tipo de cambio encarece los alimentos, por lo que reduce el salario real (dado el salario nominal no se incrementa en la misma proporción) y, esa disminución del salario real comprime la demanda de otros bienes de parte de los trabajadores.

Unido a que los mayores ahorros del sector beneficiado por la suba del tipo de cambio tampoco se traducen en una demanda suficientemente mayor de bienes de capital dirigida al sector manufacturero local. Es más, la demanda agregada caería si los mayores beneficios del sector exportable se dirigieran a la demanda de bienes importados o se fugan, como pasa en forma mayoritaria.

No se puede, después de haberse conocido los indicadores de pobreza e indigencia del segundo semestre del año 2022,  propiciar un “dólar agro” que implica una suba en pesos de las exportaciones del sector y no tomar medidas imprescindibles para fortalecer el poder adquisitivo de la población. La pobreza en la Argentina fue de 39,2% y la indigencia de 8,1%, según informó el Indec. Estos porcentajes implican que hay 18.679.605 de pobres y 3.859.816 millones de indigentes.

En este marco, el gobierno propicia otro “dólar agro”, que incluye a la soja y otros productos adicionales, con el objetivo que “el campo”·incremente fuertemente las exportaciones y su liquidación.

El problema, una vez más, es que la devaluación encubierta implica un costo fiscal, en que el Tesoro de la Nación coloca un título de deuda en pesos ajustable en el BCRA que fue de 407.150 millones de pesos en septiembre de 2022,  de 189.240 millones de pesos en diciembre de 2022  y que será de $ 420.000 millones con la nueva medida.

En septiembre 2022 se liquidaron 8.143 millones de dólares cuando estuvo vigente de manera temporal el régimen de promoción de las exportaciones conocido también como «dólar-soja», con una cotización de $ 200 por cada unidad de la divisa estadounidense liquidada, cuando el valor oficial era de $ 150.-   Y por el dólar soja 2 se liquidaron 3.154 millones de dólares desde el 28 de noviembre al último día hábil de diciembre 2022, el BCRA los vendió a 170 pesos y el Tesoro de la Nación puso 60 pesos más para conformar un dólar de 230 pesos. Se propicia un adicional de $ 70.- por dólar y se liquidarían unos 6.000 millones de dólares. En total una deuda de $ 1.016.390 millones (equivalente a 3.400 millones de dólares).

Esa mayor deuda pública avala la devaluación puntual, temporaria, etc. pero implica por el grado de concentración de la tierra y de las firmas acopiadoras y distribuidoras, un nuevo impulso inflacionario para mayor flagelo de la población y, con esa mayor suba de los precios de los alimentos, acrecienta la pobreza y la indigencia. Recordemos que de las 42 millones de hectáreas cultivables en la Argentina, 14 millones se siembra soja.  Que la mitad de los campos están arrendados y,  en la mayoría de los casos el alquiler se ajusta por el valor soja.  Que el sistema de plaguicidas de la soja obliga a todos los productores a incorporarlo, de otro modo la plaga ataca a sus cultivos.

Metas de las reservas

El acuerdo sostenía que en marzo 2023 las reservas netas del BCRA deberían ser de U$S 7.825 millones, bien la revisión del acuerdo, plantea que va a ser de 3.600 millones de dólares menos y sería entonces de U$S 4.225 millones, pero en realidad las reservas netas del BCRA eran en marzo 2023 menos de 3.000 millones, pero el FMI al aprobar las metas de diciembre 2022, gira U$S 5.300 millones, de los cuales se paga al mismo FMI por capital e intereses: 2.717 millones por marzo, por ende contabilizan reservas por el excedente de U$s 2.600 millones que, a su vez, van a ser empleados en su totalidad para pagar al FMI en abril 2023.

Moratoria Previsional

Fuentes oficiales reconocen que Marín Guzmán había convenido con el FMI que no iba a ver moratoria previsional.  Al hacerse ley implica un gasto estimado por la Secretaría de Hacienda en 0,9 Billones para incorporar 740.000 beneficiarios que teniendo la edad no tenían los aportes (e incluso pagan moratoria aquellos que les falta 5 años para tener la edad de percibir el beneficio previsional).

El gasto total estimado en la Ley de Presupuesto de la Administración Nacional fue de $11,4 Billones (38% del gasto total esperado) y, con la ley de moratoria el gasto pasa a ser de $ 12 ,3 Billones  (41,6% del presupuesto), porcentaje que fue el de los últimos años.  Quiere decir que el menor haber jubilatorio promedio, permite incorporar a los nuevos beneficiarios

Subsidio de Energía

Propone continuar con la segmentación tarifaria de gas, luz y agua, pero esencialmente el objetivo es que el recorte de los subsidios energéticos para los hogares de muy altos ingresos a partir de mayo de 2023.